Con todo el respeto y el cariño del mundo, sinceramente no me importa lo que tú o los demás penséis acerca de las decisiones que tomo. Y tampoco tengo planeado justificarme por ellas.
Ya desde pequeña me dejaba influenciar poco por la gente de mi entorno: cuando me regalaron mi primer reloj me empeñé en llevarlo en la mano derecha a pesar de que mis padres insistían en que todo el mundo lo lleva en la izquierda; supongo que las palabras "todo el mundo" dispararon mis alarmas internas para siempre porque de hecho cuando uso reloj -cosa que no hago desde hace bastante tiempo- sigo poniéndomelo en la mano incorrecta.
Una Navidad en vez de un Nenuco yo le pedí a los Reyes Magos un Epi, con lo que me gané la consecuente exclusión social por parte de las otras niñas. ¿Cambié de opinión? No, en absoluto. Tal y como yo lo veía Epi y yo éramos dos outsiders en un mundo de muñecos gordinflones y de niñas sin imaginación. Así que seguí cuidándole, dándole el biberón y metiéndole en su cunita cada noche. Imagínate a Epi con su jersey de rayas y sus zapatones negros dentro de un moisés repleto de encajes.
La gente tiende a juzgar las decisiones que toman los demás, por eso lo mejor que podemos hacer es decirle con educación a cualquiera que cuestione nuestros principios o cualquier otra cosa que nos haga ser quienes somos que "con todo el respeto, sinceramente no me importa lo que pienses".
La primera persona que te tiene que ser 100% leal toda tu vida eres tú mismo. No te traiciones constantemente diciendo que sí cuando querrías decir que no, relegando tus necesidades, aparcando tus sueños, poniendo toda tu energía en impulsar solo los deseos de los demás.
No sólo tengo asumidas mis rarezas (en mi familia me llaman "la rarita"), es que incluso me siento orgullosa de las cosas que me hacen diferente al resto. Todos tenemos rasgos que nos convierten en individuos especiales y únicos, y la verdad no veo por qué deberíamos justificarnos por ello. Como dicen en las películas americanas, apuesta siempre por ser tú mismo, sin remordimientos. Con una excepción: que seas un psicópata asesino en serie de rubias que escriben un blog.
3. Por Ser Inmune a las Opiniones de los Demás
Dicen que los géminis nunca nos tomamos nada como algo personal, ni siquiera cuando es personal. La mejor forma de defenderte de los ataques de los demás es no tomándotelos como algo dirigido especialmente contra ti; son ellos los que tal vez tengan un problema, no tú.
4. Por Perdonar, Olvidar y Decir Adiós
Yo pienso que no todas las personas que forman ahora parte de mi vida tienen por qué seguir acompañándome durante todo el camino; habrá gente que lo haga sólo durante un tramo, así como personas que se incorporarán a mi mundo en otros.
Ya sea en el caso de una
amistad tóxica, de una situación difícil o de
una relación sentimental que ya no da más de sí, lo más inteligente es aceptar el pasado, aprender las lecciones, decir adiós y seguir adelante. Si lo haces estarás en mejor disposición de permitir que nuevas amistades, relaciones y experiencias entren en tu mundo y lo enriquezcan.
Desde aquí confieso que a mí decir adiós me cuesta mucho menos que perdonar; aunque eso sí, como mi naturaleza no es de acumular rencores antes o después lo consigo.
5. Por Elegir con Quien Paso mi Tiempo
Sólo se vive una vez así que para mí es una prioridad por la que no quiero justificarme el invertir mi tiempo con personas a las que quiero, que comparten mi curiosidad por el mundo y mis ganas de vivir, que me aportan algo valioso. Una cosa más, recuerda que la vida es muy corta para estar siempre demasiado ocupado y no ser capaz de encontrar tiempo para la gente a la que quieres.
6. Por Cuidarme
A ver, no soy en absoluto una
friki de la comida orgánica,
el ejercicio y las
dietas detox, pero desde luego tampoco pertenezco al grupo de quienes se creen invencibles y someten a su cuerpo a abusos incontrolados: yo apenas pruebo el alcohol, fumo pero muy poco, no paso horas en el gimnasio pero tengo rutinas para mantenerme en forma, mi dieta probablemente podría ser más saludable pero creo que estoy bastante bien alimentada; como fruta, verdura, evito la comida basura, bebo mucha agua,...
Vamos, que tengo cuidado con lo que le hago a mi organismo, y sé que funciona porque dono sangre tres veces al año -lo máximo permitido a las mujeres- y nunca han encontrado nada raro en ella.
En mi post
50 hábitos que todas las mujeres deberíamos tener encontrarás muchas ideas para cuidar de ti misma que no tienen que ver sólo con la alimentación y el ejercicio.
7. Por las Cosas Tontas que Hice en el Pasado
¿Y quién no las ha hecho? Esas cosas
descerebradas o idiotas que hicimos ayer también nos han convertido en quienes somos hoy.
8. Por no Aceptar Siempre los Consejos Sensatos
El otro día subí a mi cuenta de Instagram (@mariolaazores) una frase de Pablo Neruda de la que extraigo esta parte: "Muere lentamente (...) quien evita una pasión, quien no arriesga lo cierto por lo incierto para ir detrás de un sueño, quien no se permite por lo menos una vez en la vida
huir de los consejos sensatos..."
9. Por Trabajar Duro para Hacer Realidad mis Sueños
Nadie, nunca, debería tener que justificarse ante los demás por intentar cumplir sus sueños. Mucha gente sueña -y no hace nada más- pero las personas verdaderamente felices,
poderosas, apasionadas, únicas, son las que están ocupadas trabajando para hacer realidad sus sueños.
10. Por Ignorar la Negatividad
Si eres por sistema una persona resentida, rencorosa, que encuentra un enorme placer en ir paseando por ahí sus
malos rollos, no te sorprendas si decido ignorarte. Y olvídate de que vaya a darte una explicación, este punto tengo claro que es una de las cosas por las que no quiero justificarme.
Todos tenemos obstáculos que superar, preocupaciones. Vivir no siempre es fácil, a veces hasta duele, pero yo intento no olvidar que
las situaciones difíciles que he vivido al final resulta que me pusieron en el camino para que después me sucedieran muchas otras tremendamente positivas.