viernes, 27 de abril de 2012

Cómo Enamorar a la Cámara como la Mismísima Marilyn



Dicen que Marilyn no tenía ni una sola foto mala. Siempre salía bien. Siempre. A los 19 años y a los 36. Maquillada o sin maquillar. De frente o de perfil, de espaldas o tumbada. Era capaz de desprender una luz especial que la cámara adoraba, tanto en los escasos momentos en los que fue  feliz como en los que -la mayoría- su atormentada mente no le daba tregua. 

Salía bien incluso cuando estaba hasta las cejas de champán y de barbitúricos, como en la célebre “Última Sesión” que realizó Bert Stern en 1962 para Vogue: 2571 contactos de los que Marilyn descartó, tachándolos con trazos rojos, los que no le parecían perfectos. Con el tiempo también esas fotos censuradas por el mito fueron publicadas y cuando las ves no puedes evitar preguntarte: ¿pero qué tenían de malo? ¡Si está tan preciosa como en todas las demás!

Marilyn, ¿cuál era tu secreto? 
¿qué hacías para salir siempre tan cautivadora en las fotos?

La explicación más extendida es que lo suyo con la cámara era pura magia, algo que sólo sucede con un puñado de elegidos. Como si tuviesen una relación de adoración mutua inquebrantable, Marilyn se ofrecía entera, enamorada, y la cámara a cambio, le devolvía ese amor con creces. Quizás la verdad sobre Marilyn Monroe, la respuesta al complejo e irresoluble puzzle que era su personalidad, sólo puede atisbarse a través de los cientos de imágenes, posadas o robadas, que hay de ella. Y puede que por eso nos sintamos inevitablemente fascinados ante cualquier fotografía suya.



Sin embargo, para todos los demás salir bien en las fotos no tiene nada de mágico, más bien pasa por aprenderse una serie de trucos que conocen bien los fotógrafos y las modelos:

-Lo primero es no olvidar nunca que el buen resultado de una foto depende, fundamentalmente, de la luz. Una mala iluminación y estás muert@. Así que averigua dónde está la luz e intenta que nunca te venga desde abajo ni desde arriba, sino que vaya justo directa a ti.

-Evita que se produzcan sombras sobre ti: si las fotos van a ser en exterior, mejor hacerlas por la mañana o en las últimas horas de la tarde. Nunca, en la medida de lo posible, te hagas fotos a mediodía (de 12,00 a 14.00).

-Estudia qué ángulos funcionan mejor con tu cara. Hazlo frente al espejo o pasando un rato en un foto matón. Todos sabemos que se les llama “foto matón” por algo, pero piensa que no se trata de obtener las mejores fotos de tu vida sino de utilizarlo para experimentar con diferentes ángulos de tu cara.

-Inclina la cabeza, mira a la cámara, y sonríe. Casi nadie puede salir mal en una foto cuando sonríe. Ni siquiera Quique San Francisco.





-Para alargar visualmente tus piernas, apunta una hacia el centro del cuadro.


-Echa siempre los hombros hacia atrás.

-Observa que al hacerte la foto no “te corten” por las rodillas, los tobillos o la cintura.

-Mantén la boca ligeramente abierta, lo suficiente para que se vean un pelín los dientes delanteros. Esto hará que tus labios parezcan más gruesos.

-Baja los párpados y ábrelos justo cuando la cámara haga clic, así tus ojos se verán más grandes.

-No te pongas como objetivo salir en las fotos como las modelos de las de las revistas. Recuerda que hay grandes fotógrafos detrás, maquilladores profesionales, un equipo técnico de iluminación y horas y horas de trabajo. Además, aunque todo el mundo tiene sus pequeños defectos, ya sabemos que en las revistas son borrados, corregidos y retocados con ordenador, ¡así que relájate! ¡Y sonríe!








Ahora vamos con unos consejos para cuando te toque a ti ser “el fotógrafo”. Esto es lo que debes tener en cuenta:

-Haz que la persona a la que vas a fotografiar se ponga justo en frente de ti. Luego gira su cuerpo unos 10 grados hacia un lado y dile que mantenga la cabeza un poco inclinada hacia abajo. Levantándola no parecerá más alta, de hecho puede que lo único que consiga sea una doble papada.

-Antes de apretar el botón, levanta los ojos y mira a la persona a la que vas a hacer la foto, es la forma de humanizar el proceso para que la otra persona se relaje, ya que estará interactuando contigo y no con una cámara.

-Saca siempre más de una foto de cada “pose”, así conseguirás que por lo menos una sea la buena.

-No te acerques demasiado, no es necesario verle todos los poros de la piel.

-Cuidado con las  manos y con los pies, dile que los “esconda” un poquito, ya que debido a la perspectiva, cualquier cosa que esté muy cerca de la cámara se verá más grande.

-Por último, lleva siempre una cámara contigo –también vale la de tu smartphone- para “capturar el momento”. No sólo mejorarás tu técnica, sino que también tu pareja, tus amigos y tu familia se irán acostumbrando a salir en las fotos y esto les ayudará a encontrar su mejor ángulo.



Entre los coffe table books–ya sabes esos libros de gran formato y tapa dura donde el diseño y las imágenes son más importantes que los textos- que tengo en casa hay uno que me gusta especialmente y que menciono porque viene muy a cuento con el tema de este post.


Se llama “But That’s Another Story” y es una retrospectiva de la obra de Milton Greene, uno de los grandes fotógrafos del SXX. Greene trabajó para revistas como Vogue y Life, y tanto sus fotografías para editoriales de moda –en este libro hay unas cuantas de los años 50- como los retratos que hizo a montones de celebridades –también aparecen imágenes de Frank Sinatra, Cary Grant, Sofia Loren, Barbra Streisand, Tippi Hedren…- son una auténtica maravilla. Hay un capítulo especial dedicado a Marilyn; Milton Greene y ella fueron muy amigos y algunas de las instantáneas más inolvidables de la actriz se las hizo él.




Y a ti, ¿se te da mejor salir en las fotos o hacerlas? 
Me despido hasta el próximo post. Y no lo olvides, strike a pose!



Fotos: Via Mariola Azores on Pinterest



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lunes, 23 de abril de 2012

Piel Limpia, Piel Bella


Hay un paso imprescindible para tener la piel que sueñas: limpiarla. Todos los días, sin excepción, mañana y noche, te hayas maquillado o no. Las impurezas se acumulan en la piel y obstruyen los poros, le impiden respirar y renovarse. Recuerda que es un organismo vivo y como tal, requiere unos cuidados mínimos que no te van a robar mucho tiempo, sólo unos minutos al día.

Abrazar una rutina de higiene diaria y exfoliación semanal puede cambiar tu piel, hasta el punto de que si previamente no está perfectamente limpia, de nada servirán las cremas que apliques a continuación, por muy caras que sean.

Por si aún no te he convencido, voy a intentar hacerlo con cuatro argumentos:

1. Cuando tu piel está limpia es infinitamente más receptiva a cualquier producto que uses a continuación, garantizando su efectividad.

2. No importa cuánto inviertas en cremas, ya sean 20 o 120 euros, estarás tirando tu dinero (¡y no están los tiempos para derrochar, ya lo sabes!) si no inviertes antes unos minutos en limpiar tu piel. Es mucho mejor repartir tu presupuesto entre una limpiadora, un tónico y una crema, que gastarlo todo únicamente en la crema.

3. Una piel cuidada con con una rutina de higiene, es una piel con menos manchas, que refleja la luz y por lo tanto, de apariencia mucho más joven. Porque la realidad es que puedes mantenerte delgada, tener un tipo estupendo o llevar un corte de pelo de 200 euros; al final, será la piel la que delate tu edad, la que te eche o te quite años.

4. Limpieza + Protección Solar = Piel Joven y Sana

Yo soy muy disciplinada con el cuidado de mi piel y la verdad es que el resultado merece la pena. 
Todos los días, tanto por la mañana como por la noche, me maquille o no, sigo dos pasos:

Primero la lavo con Dove el famoso jabón con 1/4 de crema hidratante. Me encanta porque produce una especie crema "espumosa"que es muy suave con la piel. Además hace también las veces de desmaquillante, yo no utilizo nada más, ni siquiera para desmaquillar los ojos (ahora bien, con cuidado de que no les entre el jabón).

Si prefieres lo "hecho en casa", una idea es sumergir un algodón en leche y utilizarla como limpiadora. Las enzimas de la lactosa disuelven la suciedad y las proteínas nutren la piel. Luego lávate con agua y sécate con una toalla, dando ligeros golpecitos. Si tienes intolerancia a la lactosa, sustituye la leche por uvas. Masajea la pulpa de varias uvas sobre la piel y cuando termines, aclara.

Después de lavarme con Dove, paso un algodón con la Loción Clarificante de Clinique: la 1-para pieles sensibles- o la 2 -para pieles secas-; también existe la versión 3 para pieles mixtas y la 4 para las grasas. Soy una fan absoluta de este producto de Clinique, ya que con su ligera acción exfoliante, arrastra las impurezas que pudieran quedar en la piel, dejándola totalmente preparada para absorber el tratamiento posterior.

Una curiosidad: mira el algodón después de pasarlo.

Una vez por semana (dependiendo de tu tipo de piel pueden ser más veces), uso el gel exfoliante Biosurce de Biotherm. Lo aplico en la ducha porque la piel tiene que estar húmeda. Es sólo un minuto, lo extiendo con movimientos circulares presionando ligeramente y luego lo retiro con agua. Aunque es suave, cumple con su misión. Elimina las células muertas y favorece la renovación de la piel. Yo ese día aprovecho para ponerme una mascarilla.

Por último, una vez cada dos o tres meses, utilizo Idealist Refinishing Treatment de Esteé Lauder. Se trata de un tratamiento de micro-dermoabrasión para usar en casa que elimina con suavidad la capa superficial de la piel. También lo aplico en la ducha con la piel húmeda y con masajes circulares. Pero en este caso hay que dejarlo actuar durante 5 minutos. Contiene ácido glicólico por lo que su acción renovadora es más profunda que la de una exfoliante. La piel queda increíblemente suave y lisa, como nueva, parece la de una niña. Yo tengo la piel sensible por lo que no debo usar Idealist a menudo, pero hay pieles que pueden -e incluso deben- usarlo una vez a la semana.

Para terminar, algo importante. La limpieza de la piel no debe nunca quedarse sólo en la cara, tienes que hacerla extensiva también al cuello y al escote, obviamente esto se aplica también a los sueros y cremas que utilices después.

Los productos de los que hablo son los que a mí me funcionan, por eso sólo los menciono como orientación, de cómo sea tu piel dependerá el tipo de producto que tú necesites. Lo mejor es dejarte aconsejar por las asesoras de las diferentes marcas o por tu dermatólogo. Pero la rutina a seguir (a no ser que tengas problemas específicos de piel) sí es igual para todas: limpieza con tónico incluido dos veces al día y un peeling una o dos veces por semana.

Tu piel sólo te pide unos minutos. Pero a cambio ella, agradecida, se mostrará más luminosa y más joven por mucho, mucho tiempo.




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lunes, 16 de abril de 2012

Ellos También Se Retocan



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jueves, 12 de abril de 2012

¿Hay que Pedir Perdón por Ser Guapa?



Aprender a querernos a nosotros mismos debería ser una asignatura obligatoria en los colegios, mucho más provechosa y útil para desenvolvernos por la vida que memorizar el teorema de Pitágoras o el nombre de todos los ríos que fluyen por Europa.

Sin embargo en nuestra cultura de la culpa y de la vergüenza nos resulta extremadamente difícil aparcar la auto-crítica, sobre todo en el caso de las mujeres y en concreto con todo lo referente a las percepciones que tienen de su propio físico. 

En general las mujeres somos muy exigentes con nuestra propia imagen y por lo tanto, tendemos a restarle valor a nuestro atractivo. Además padecemos de lo que yo llamo “Modestia Impuesta”, un síndrome que hemos heredado a lo largo de los siglos y que ha terminado por convencernos de que vernos guapas e invertir tiempo en cuidarnos nos convierte en unas “presumidas”, unas “creídas”, “vanidosas” y “coquetas”; todos adjetivos despectivos cuya sombra nos persigue desde que somos sólo unas niñas.

Por ejemplo, a mí siempre me ha llamado poderosamente la atención que en muchas entrevistas a modelos guapísimas y maravillosas, una de las preguntas más recurrentes sea "¿cuál es la parte de tu cuerpo que menos te gusta?".


¡Por favor! ¿Es una broma? ¡Si la chica es un pibón! Es como si quien le hace la entrevista se hubiera adjudicado la gloriosa misión de bajarle los humos -incluso siendo posible que la pobre chica ni siquiera los tenga "subidos"-  haciéndole ver que no es tan perfecta, en un intento de que los demás pensemos que ha conseguido poner a una diosa a la altura del resto de las mortales. ¡Qué bien, gracias!

En serio, ¿es que alguien cree que obligar a una top model a confesar un defecto va a hacer que una mujer normal se sienta mejor con los suyos? ¿Y si además resulta que ese fallo es algo tan tonto como unos pies grandes o unas orejas ligeramente despegadas?, ¿eso no hará que nos sintamos aún peor al compararlos con la celulitis o unas piernas cortas?

En definitiva, un despropósito. Por eso pensé que para todas nosotras sería mucho más positivo y alentador que alguien hiciera la pregunta al revés y que además, se la plantease a mujeres normales. 

Así que desde LMDM te invito a que pienses "cuál es la parte de su cuerpo que más te gusta" y hagas todo lo que esté en tu mano por cuidarla y realzarla. 

Desde aquí os animo a todas también a que os sintáis orgullosas de mimaros y a hacerlo cada día, solo por amor a vosotras mismas. Sin lugar a dudas, me parece que este es un ejercicio infinitamente más sano y provechoso que la pasajera satisfacción de encontrarle un defecto a una modelo.


¿Hay que sentirse culpable por querer estar guapa? Pues va a ser que no. 
   


Foto: whowhatwear.com


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miércoles, 11 de abril de 2012

Marilyn & Otras Cosas #Trending

Marilyn, sin y con maquillaje
Marilyn y MAC. Este año se cumplen 50 años de la muerte de Marilyn y para conmemorar su belleza inmortal, MAC lanzará en octubre una línea de maquillaje en edición limitada inspirada en ella. El Vicepresidente de la marca cosmética, James Gager, afirma que el look de la rubia más famosa del cine no sólo definió a la generación de los años 50 sino que también es relevante hoy en día. El lanzamiento incluirá sombras de ojos, barras de labios, eyeliners y lacas de uñas.

Scarlett Johansson, imitando al mito
Sin miedo al riesgo. No sólo copan las listas de éxitos. Más allá de Beyoncé y de Rhianna,  las estrellas de color de soul y jazz, están de moda y marcan tendencia en bellleza. Yo me quedo con tres mujeres y sus personalísimos cortes de pelo: Emilie Sandé, Jeanelle Monáe y Esperanza Spalding.


Mandarina Tango. Con este nombre tan sugerente, ha catapultado Pantone (el instituto de tonalidades más prestigioso del mundo) como color del año a este naranja lleno de energía, buen rollo y optimismo. Se lleva en uñas, labios, mejillas; y también en faldas, pantalones, complementos; paredes, sillas, mesas... Así que ya sabes, contra la crisis, dale al Mandarina.

Esenciales: Buenos y baratos. Nadie debería vivir sin una caja azul de Nivea (3,49 euros ) Yo la uso para hidratar manos y pies, todas las noches antes acostarme. 

Otro imprescindible para mí es Biopel (6,20 euros), siempre tengo un tubo o dos a mano. He probado todo tipo de "cacaos" y bálsamos de labios y me quedo sin dudarlo un segundo con Biopel. Ninguno hidrata tanto, durante tanto tiempo, ni deja una sensación tan agradable. Yo lo utilizo sobre todo en los labios pero tiene mil usos: calma las rojeces y la sequedad de la piel, hidrata a fondo zonas concretas como manos, codos y talones, suaviza y protege utilizada como mascarilla SOS. Y la leyenda cuenta que su fórmula es la misma que la de Eight Hours Cream...


También en farmacias, Ampollas de Vitamina C Repavar (25,95 euros). Aplícate una al día, durante tres semanas, mañana o noche y con la piel limpia, como cura intensiva cuando tu piel esté especialmente estresada y desvitalizada. También son fantásticas como ampollas efecto de belleza inmediata para todas las ocasiones en que quieras estar perfecta. Iluminan muchísimo, suavizan las arrugas y reafirman; parecerá que has dormido 10 horas. Vienen en cajas de 20 unidades. Para mí son como una UCI para la piel.

 ¿Refrescar la mirada después de todo el día frente al ordenador? Ponte unas gotas de Viscofresh (5,39 euros). También las uso como "efecto flash para la mirada", ya que es como si abrieran los ojos, haciéndolos parecer más grandes y además el blanco se ve más blanco.  


"No hay una segunda oportunidad para una primera impresión". Oscar Wilde es uno de mis gurús. Ácido y certero como pocos, una vez más da en el clavo: En sólo 40 segundos, las mujeres nos formamos una idea bastante fiable de una persona. Los hombres necesitan el doble de tiempo, 80 segundos. Pero en cualquier caso estamos hablando de un lapso de tiempo increíblemente corto en el que tal vez nos la estemos jugando con nuestro interlocutor, ya que no siempre contamos con una segunda oportunidad para enmendar los errores que cometimos la primera vez.





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domingo, 8 de abril de 2012

Por Qué Nos Deben Decir Desde Niños Que Somos Guapos



No todos los niños son guapos (como lo era ya desde pequeña Angelina Jolie). De hecho, igual que sucede con los adultos, hay niños francamente feos.

Esto es así. Alguien tenía que decirlo.

Por mucho que a una madre su hijo le parezca una preciosidad, los demás, que a la fuerza somos más objetivos, no necesariamente tenemos que verle con los mismos ojos. O tal vez sí. Está demostrado que los adultos, de forma inconsciente, reaccionamos más favorablemente ante un niño guapo, lo que va a tener una influencia crucial en su personalidad y en su desarrollo social e intelectual.

En su ensayo “Capital Erótico” la socióloga Catherine Hakim sostiene que las personas física y socialmente atractivas cuentan con una ventaja que les puede facilitar enormemente la vida en todos los aspectos y que esta ventaja empieza a proporcionar beneficios desde la cuna.

Los bebés y los niños guapos reciben afecto de todo el mundo. Se les hace más caso y más carantoñas, se les perdona más fácilmente una travesura. Somos más pacientes y más tolerantes con ellos, mostramos mejor disposición a responder a sus preguntas y a sus exigencias. Incluso los desconocidos les sonríen y les dicen cosas agradables por la calle.

Son niños que no tienen problemas en llevarse bien con los demás ni en llamar la atención cuando quieren, por lo tanto crecen siendo más populares y de hecho, más inteligentes. Tienen el camino más llano ahora y también cuando lleguen a adultos, ya que su visión del mundo es optimista: un lugar agradable y acogedor que les abre casi todas las puertas a las que llaman.

Seguro que ninguna madre necesita de investigaciones sociológicas para llegar a estas conclusiones por sí misma. Estoy convencida de que en cuanto la comadrona les pone a su bebé en los brazos, instintivamente lo saben; saben que es su misión proteger a su hijo de las miradas críticas de los demás. Quizás esto explique por qué, cuanto menos agraciado es un niño, más insiste su madre en repetirle que es muy guapo, mientras los demás achacamos tal comportamiento a la ceguera propia del amor de madre.

Pero en el tema de los padres, como en casi todo, también hay excepciones. Hay niños que además de ser poco atractivos, tienen la mala suerte de nacer en el hogar de unos progenitores insólitamente objetivos. Este fue mi caso.

Cuando yo nací era tan fea que mi padre, al verme, no lo dudó un segundo y se fue corriendo a reclamar a la comadrona. Estaba convencido de que semejante adefesio no podía llevar sus genes. Al final tuvo que aceptar que el personal de la clínica no había cometido ningún error y que por lo tanto, aquella criatura que parecía una broma de mal gusto de la naturaleza, era, para su desgracia, toda suya.

No vayáis a creer que la reacción de mi madre fue distinta. En absoluto, más bien lo contrario. Cuando las visitas se acercaban a conocerme y veían mis ojillos llenos de heridas, mi cuerpecito escaso en carnes y mi único e indómito mechón de pelo -que insistía en quedarse de punta a pesar de los litros de colonia con los que mi madre intentaba subyugarlo-, eran incapaces de reunir la presencia de ánimo suficiente para hacer el tipo de cumplidos con que suele obsequiarse a un recién nacido.

Pero ahí estaba mi superobjetiva mamá para sacarles del apuro: sin importarle un pimiento que yo estuviera allí delante escuchando, aseguraba con toda tranquilidad que ella era muy consciente de lo fea que era su hija y que por lo tanto, allí sobraban los piropos forzados.  Por último añadía que ya estaba mirando conventos de clausura para encerrarme en uno. Ja-ja

Milagrosamente, al cabo de dos o tres años empecé a cambiar. Contra todo pronóstico me convertí en una niña a la que se podía sacar a la calle sin riesgo de provocar el pánico entre los viandantes.

Moraleja: En el caso de que tu hijo no sea especialmente atractivo, no debes perder la esperanza. Piensa en todas esas modelos que afirman haber sido auténticos patitos feos de pequeñas. ¿Y si con el capital erótico sucede lo mismo que con el capital económico, que a veces se tiene y a veces no? Tal vez el capital erótico también sea susceptible de fluctuar, y quien hoy carece de él, mañana resulta que lo posee en abundancia.

Termino invitándote a hacer la prueba del bebéDiferentes estudios demuestran que incluso los bebés reaccionan de forma inconsciente ante la belleza, diferenciando entre una cara guapa y otra fea. Ante un desconocido atractivo un bebé aguantará más tiempo la mirada y le devolverá encantado la sonrisa. Así que si te atreves, la próxima vez que te cruces con un bebé pon a prueba tu belleza ante unos ojos inocentes: mírale, sonríe y espera a ver su reacción. 

Os paso esta delicia de canción que John Lennon escribió para su hijo Sean, "Beautiful boy" . La letra contiene la famosa cita de Lennon "La vida es lo que te pasa mientras estás ocupado haciendo otros planes".















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