jueves, 27 de mayo de 2021
He probado el primer tratamiento del mundo con biotecnología capilar que recupera el pelo dañado y seco y que además disminuye la caída
jueves, 20 de mayo de 2021
LANGUIDECER EN PANDEMIA: UN AÑO SIN MÚSICA EN LA DUCHA
La pandemia nos ha dejado sin abrazos, sin besos (con extraños e incluso con conocidos), sin viajes y sin conciertos. A mí, además, me ha quitado las ganas de escuchar música cada mañana.
No es que la pandemia me haya hecho renegar de la música que escucho (creo que nunca me aburriré del Soul, el Rock'n roll o el Rythm & Blues). Es que el cuerpo no me lo pide. Y me preocupa, por lo menos lo suficiente como para compartirlo contigo que me estás leyendo y a quien tal vez te está pasando lo mismo, con la música o con cualquier otra cosa.
Me preocupa porque yo creía que no podía vivir sin escuchar mi música cada día. Antes de la pandemia lo hacía constantemente: en la ducha, mientras trabajaba, en los trayectos de un sitio a otro, después de comer cerrando los ojos mientras me dejaba llevar por la imaginación.
Ahora, sin embargo, puedo pasar días enteros sin abrir mis listas de reproducción.
Y ni siquiera me había dado cuenta hasta hace unas semanas.
“Es una sensación de estancamiento y vacío. Se siente como si uno estuviera pasando los días sin rumbo, mirando la vida a través de un parabrisas empañado. Y podría ser la emoción dominante de 2021.” (Adam Grant en The New York Times)
Languidecer.
Hace más o menos un mes leía un artículo en The New York Times, “El malestar que sientes tiene un nombre: se llama languidez” que me hizo sentir un alivio enorme: por fin podía ponerle nombre a lo que me está pasando.
Esa sensación de que hace ya demasiado tiempo que no soy yo.
Primero fue el maquillaje. En los meses de confinamiento prescindí hasta del corrector de ojeras, algo inaudito en mí. Pero es que no le veía mucho sentido a estar maquillada en casa, ni mucho ni poco. Solo me maquillé puntualmente y de forma ligera (corrector, por supuesto, un poco de base, colorete y labial rojo) para hacer contenidos en Instagram.
Prescindir del maquillaje, sin embargo, lo he llevado como una novedad agradable. Tampoco está tan mal ganarle esos minutos al día para hacer otras cosas y por qué no, acostumbrarme a ver mi cara al natural. Y claro, por supuesto también está la ventaja de no tener que desmaquillarme cada noche.
Eso sí, sigo disfrutando muchísimo el momento de maquillarme cada vez que quedo a comer o a salir.
Pero con la música está siendo diferente. No cojo el ritmo, nunca mejor dicho, que tenía antes de que el virus pusiera nuestras vidas patas arriba. Tengo que esforzarme por escuchar música, y cuando abro mis listas de Spotify me cuesta decidirme por una. Tal vez porque siento que ninguna, como si fueran la banda sonora equivocada en una película, resuena con mi manera de estar en el mundo ahora. Y con las que podrían acompañar a mi estado de ánimo no me atrevo. Soy extremadamente sensible hacia las emociones que pueden desatar en mí ciertas melodías, sé cuánto pueden llegar a conmoverme, y no está el horno para bollos (o como dicen por ahí, no tengo el chichi para farolillos, que es una forma quizás demasiado informal de expresarlo, pero sé que tú no me lo vas a tener en cuenta. Esta frase, este dicho, siempre me hace reír y por lo tanto, es bien).
Gracias a los dioses que habitan en el Olimpo del Rock’n roll, tengo momentos -no tantos como desearía- en los que vuelvo a ser yo y me dejo llevar totalmente por la música como lo hacía antes: cantando, bailando, jaleándome a mí misma... El súper show de Mariola que últimamente, igual que los conciertos a los que solía asistir antes de la pandemia, ha visto reducido su número de funciones. Una catarsis, que tal y como usaba Freud esta palabra, me ayuda a liberar las emociones negativas. Y que me deja nueva. Física y anímicamente, porque en esa Mariola loquita, a quien no le importa que los vecinos la oigan cantar a todo pulmón, me reconozco y por lo tanto, encuentro consuelo.
Así que cuando la Mariola que languidece amenaza con engullir a las otras Mariolas, recurro a Elvis, que jamás me ha fallado. Selecciono “Patch It Up”, enciendo el altavoz, subo el volumen a tope y nada más oír al Rey gritar “One, two, three, four!” ya está, todo pasó… Por el momento.
Espero que si tú también te sientes languidecer a veces, muy pronto estés floreciendo. Si quieres medir tu bienestar general físico, mental y emocional puedes hacer este test. Nos vemos pronto por aquí, y también en mis redes sociales.
Photo by arash payam on Unsplash
miércoles, 12 de mayo de 2021
Ojeras moradas o hundidas, ¿se pueden eliminar? Una especialista en medicina estética nos explica cómo.
¿Qué tipos de ojeras hay?
"No todas las ojeras son iguales y vienen determinadas por la causa que las originen. Las más comunes son las ojeras transitorias, cuyo color tira a azulado y son resultado del cansancio, la falta de sueño o el estrés. Las hiperpigmentadas pueden generarse por un aumento de melanina en los párpados que puede ser de la propia constitución de la piel o por problemas en la dermis como eczemas. Las ojeras vasculares, por su parte, presentan un tono violáceo y son propias de pacientes con la dermis muy delgada. Las ojeras hundidas son las formadas por un surco marcado, que no siempre es a causa del envejecimiento o la disminución de grasa, si no también a factores genéticos que marcan esa predisposición."
¿Cuáles son los tratamientos más eficaces en cada caso?
"Siempre depende del tipo y de la intensidad de la ojera. En general los cosméticos específicos para el contorno de ojos pueden atenuar las ojeras, pero como cualquier otro cuidado facial requiere tiempo y disciplina.
Mi recomendación para hacerlas desaparecer de forma efectiva son los productos de relleno y regeneradores de colágeno. Entre ellos recomiendo utilizar ácido hialurónico, una sustancia transparente que, aplicada mediante microinyecciones en la piel, permite la hidratación de la misma y mejorar el aspecto de la ojera, recuperando el volumen en el caso de las ojeras hundidas, pero también mejorando el color y la textura de la zona. Ayuda a rellenarla y le proporciona un volumen natural. Es una sustancia que se encuentra en la composición normal de nuestro organismo, aunque se produce en laboratorio, por lo que es totalmente biocompatible.
Otra opción para mejorar las ojeras es el tratamiento con Plasma Gel. Se trata de un plasma rico en factores de crecimiento -proteínas presentes en el plasma y en las plaquetas de nuestra sangre- cuyo efecto es la formación de tejido nuevo mediante una comunicación intercelular con los receptores situados en la membrana celular, provocando una serie de efectos biológicos claves en la reparación y regeneración de los tejidos. Es un tratamiento de origen autólogo y, por tanto, que evita el rechazo y todo tipo de efectos secundarios. Además consigue un aumento de la luminosidad y la tonicidad, el aclaramiento y la mejoría de la pigmentación, la disminución de las líneas y, en general, una mejoría en la textura y engrosamiento de la piel."
¿Cómo afecta un tratamiento estético de ojeras a las bolsas? ¿También mejoran o cuando hay bolsas no se puede llevar a cabo?
"Aunque no se eliminan del todo, al mejorar la calidad de la piel las bolsas mejoran notablemente con los tratamientos anteriormente descritos. No solo se pueden llevar a cabo los tratamientos, sino que van a conseguir atenuar y mejorar su aspecto."
Teniendo en cuenta lo delicada que es esta zona, ¿se utiliza anestesia?
"Es un tratamiento indoloro, ya que la inyección no se realiza directamente en la zona de la ojera, sino que se realiza a través de una cánula desde el pómulo."
¿Cuánto tiempo duran los efectos?
"La aplicación de ácido hialurónico es la opción más duradera, prácticamente puede llegar a durar un año. En cambio el efecto del Plasma Gel dura unos cuatro meses como máximo."
¿Qué activos deberían tener las cremas que usemos después para alargar los resultados?
"Es muy importante que un contorno de ojos contenga ácido hialurónico ya que contribuye activamente en la renovación y regeneración celular; y también colágeno ya que mejora la firmeza y elasticidad de la piel y tiene un papel importante en su hidratación. Asimismo ingredientes despigmentantes, tales como el ácido azeláico o el ácido kójico; y antioxidantes, como la vitamina E acetato o la vitamina B3.
Es recomendable el uso de contorno de ojos a partir de los 30 años, que es cuando comienzan a hacerse visibles los signos del envejecimiento y comienzan a aparecer las patas de gallo y líneas de expresión."
Precio de los tratamientos para eliminar ojeras, desde 390 euros
Teléfonos: 911 964 054/ 639 91 39 88
info@dracarmenmartin.es
Espero que esta información te resulte útil. Nos volvemos a ver pronto por aquí, gracias por tu visita.
jueves, 6 de mayo de 2021
Usar muselinas para desmaquillarte y limpiar la piel es uno de los gestos más sostenibles que una amante de la belleza (y del planeta) puede hacer
-En cada caja vienen 3 unidades.
5,95 euros la caja
MakeUp Eraser
Hace 7 años MakeUp Eraser se convirtió en un fenómeno mundial al lanzar la primera toalla reutilizable para retirar el maquillaje que sólo requiere agua para eliminarlo por completo.
Yo no había tenido oportunidad de probarla hasta ahora, y os puedo decir que la primera que la usé directamente flipé. Os lo conté en stories, y de hecho esta toalla se convirtió en el primer producto que incluí en mi carpeta de destacados "¡Huala!" para los descubrimientos cosméticos que más me han sorprendido en mi vida como editora de belleza.
Os cuento más:
-MakeUp Eraser tiene como misión crear los productos desmaquillantes más sostenibles del mundo. Hasta el momento han evitado que un billón de toallitas llegue al vertedero y esta cifra sigue aumentando cada día.
-Es una toalla que dura de 2 a 4 años.
-Está 100 % fabricada con una mezcla de poliésteres. Al estar su tejido formado por millones de pequeñas fibras más finas que un cabello es ideal incluso para pieles sensibles y alérgicas.
-Elimina todo el maquillaje (la máscara de pestañas y el maquillaje waterproof incluidos, doy fe) solo con agua templada.
-MakeUp Eraser consta de dos lados: uno diseñado para limpiar y otro para exfoliar. Además, su tejido es suave y esponjoso y no es necesario lavarla después de cada uso. Puedes usar la otra parte, o como hago yo, lavarla a mano únicamente con agua.
-Ahora, esta marca sostenible que ha abanderado el movimiento #nomorewipes, ha unido sus fuerzas a Charity Water, una organización sin ánimo de lucro que lleva agua limpia y potable a los habitantes de los países en desarrollo. El 10 % de los beneficios de la venta de la toallita solidaria que ves en la foto, que recuerda con sus colores la belleza y la importancia del agua, se destinarán a la fundación.
19,90 euros en Perfumería Julia, Sephora, Druni, Maquillalia
12,00€ en unavidacosmetics.com
Gracias por pasaros por aquí. Y por incorporar hábitos más sostenibles en vuestras rutinas para desmaquillar y limpiar la piel.