El teletrabajo, el confinamiento, la crisis económica, los niños más tiempo metidos en casa... La pandemia está poniendo a prueba la resiliencia de las parejas y no todas se ven capaces de superar esta situación. Tampoco piensan que su relación vaya a salir fortalecida de la experiencia, más bien lo contrario, se hayan inmersos en una crisis de la que no tienen muy claro cómo salir. Por eso hoy me ha parecido muy interesante compartir en el blog los consejos de una psicoterapeuta especializada en coaching emocional y de pareja.
Quienes no tenemos hijos ni pareja en este momento a veces os miramos a quienes estáis conviviendo en familia en plena pandemia con una mezcla de admiración, simpatía y compasión. Durante los periodos más duros de confinamiento yo veía por las redes sociales y en vídeollamadas a mis amigas y conocidas lidiando con todo lo que tenían encima y las escribía para felicitarlas y darles ánimos. Porque tener que trabajar desde casa al mismo tiempo que ayudas a los niños en sus clases y los entretienes, y todo esto con tu pareja también de los nervios metida en casa trabajando -o peor, uno de los dos en ERTE o en el paro- es para poneros en un pedestal.
La psicóloga clínica Pilar Guerra explica que "si bien mantener una pareja con éxito a pesar de la convivencia, los años, las crisis, los encuentros y desencuentros es trabajo arduo, mantener una estabilidad con esta situación sanitaria añadida de restricciones y limitaciones de espacio y tiempo puede que haga que tengamos que poner toda nuestra imaginación al límite para buscar herramientas facilitadoras para nuestra relación".
Supongo que el agotamiento mental que todos estamos padeciendo en mayor o menor medida es normal en los tiempos que corren. A veces vamos por la vida como los personajes de los cómics, con un nubarrón cargado de preocupaciones, incertidumbre y apatía encima de nuestras cabezas. Gestionar tu propio nubarrón es complicado, así que no me quiero ni imaginar lo que debe ser intentar que el de tu pareja tampoco descargue sus tormentas de frustración sobre toda la familia.
La entrada de hoy es para los que estáis viviendo esta pandemia en pareja, con hijos o sin ellos, y se os está haciendo cada vez más cuesta arriba seguir en la relación. Espero que estos diez consejos de la doctora Guerra para superar una crisis de pareja os ayuden:
1. Cuidar de nosotros mismos
"Cuidar de uno mismo es primordial. Las azafatas de los aviones siempre recomiendan en caso de despresurización de la cabina que los adultos se pongan primero la mascarilla de oxígeno a ellos mismos y después se la pongan a los niños.
Lo mismo sucede con las prioridades en la vida. Sin haber hecho consciente el concepto de cuidarnos a nosotros mismos es muy difícil que reconozcamos el cuidado al otro. Ponernos a nosotros primero, lejos de ser un egoísmo mal entendido, es un acto de responsabilidad y de fidelidad a nuestro propio ser. Ahora más que nunca hemos de adoptar nuevas maneras de autocuidado."
2. Buscar actividades en común para compartir más tiempo juntos
"Esta situación nos ha hecho replegarnos en nosotros mismos. Puede entonces, que de manera inconsciente, hayamos apartado a nuestra pareja de nuestro foco. Quizá estemos en una crisis donde el otro esté viviendo también su propio proceso.
Crear una “burbuja” dentro de esta situación destinada a tener un tiempo para actividades en común puede ayudar a protegernos de las crisis de convivencia. Un espacio creado ”conscientemente” para este fin, donde además verbalicemos de manera sincera los sentimientos de cada uno."
3. Buscar el diálogo y la comunicación
"Se trata de una comunicación que va más allá de hablar y oír. Se trata más bien de la transmisión al otro de señales, ideas y sentimientos de manera consciente, de forma que para comunicarnos tengamos que tener la intención de hacerlo y saber cómo hacerlo.
Defiendo mi teoría del “invitado”. En ella la idea principal es tratarnos como a un invitado especial todos y cada día de nuestra vida. El trato que nos demos ha de ser como el trato que damos a nuestros invitados. Si seguimos esta premisa trataremos a nuestra pareja como si fuera el mejor y más importante comensal a nuestra mesa. Tan solo hay que ponerlo en práctica.
La convivencia roba la magia en las relaciones humanas. Empecemos por cambiar esta creencia, darle una vuelta de tuerca y probemos a ensayar la sensación de que el día a día en pareja no sea un lastre sino una oportunidad."
4. Evitar buscar culpables
"En la vida en pareja, y más en esta situación tan extrema a la que actualmente estamos sometidos, tendría que existir un 'decálogo de “distinciones' a la hora de emplear las palabras. Buscar responsables, en vez de culpables, es una de esas distinciones lingüísticas mágicas que hacen cambiar nuestra actitud tan solo con reflexionar sobre ella.
Pensar que hay culpables nos acerca al concepto de culpa. Y la culpa es limitante, porque está aderezada con un sinfín de condicionamientos negativos. Buscar responsables, por el contrario, nos lleva de la mano de la responsabilidad, nos conecta con nuestra parte práctica y nos ayuda en la búsqueda de soluciones."
5. Centrarse en el presente
"Si bien el presente es lo único cierto que tiene el ser humano, darle importancia en esta situación ha de ser un punto de referencia inamovible. Centrarnos solo en el momento, en el instante, en el aquí y el ahora, nos da una perspectiva de la realidad y de la verdadera importancia en las prioridades a la hora de interpretar las situaciones en general y en la convivencia de pareja en particular.
Esta pandemia nos ha sacudido por fuera y por dentro. Es responsabilidad nuestra acercarnos al lado de la facilitación de las cosas, ser conscientes de dar importancia a fluir, y no detenernos en nudos de conflicto. Minimizar los errores del otro y magnificar sus actitudes y aptitudes positivas puede ser una gran herramienta que ayude a relativizar. Es importante la generosidad en estos momentos, que no es otra cosa que atender selectivamente a lo positivo de cada día y no a lo negativo, actitud esta última que nos lleva a la oscuridad de la pareja y a nuestras propias sombras personales."
6. Prestar atención al momento en el que se da el feedback
"El feedback es una herramienta basada en el concepto de retroalimentación, es decir, una forma y manera de “alimentar” comunicando al otro no solo sus áreas de mejora, sino también sus fortalezas. Estamos muy mal acostumbrados a hablar a las personas fuera del tiempo oportuno.
Generalmente es inviable que nos paremos a pensar si es buen momento o no lo es, ya que de manera usual abordamos al que tenemos al lado con nuestros discursos en el momento que nosotros decidimos hacerlo.
Abogo por la teoría de “pedir permiso” cuando queramos comunicar algo que se refiere a aspectos de nuestra pareja. No siempre puede que esté en disposición de escucha, y aunque lo estuviese, es un derecho humano el decidir cuándo queremos escuchar lo que nos quieren decir acerca de nosotros mismos y cuándo no. El feedback de mejora se da siempre en privado. Y desde luego nunca en presencia de los hijos."
7. Entender las diferencias y los desacuerdos
"Hay otra herramienta apenas conocida que también tendría que estar en nuestro libro de instrucciones de la vida en pareja. Se trata de la comunicación no violenta, creada por M. Rosenberg, la cual nos permite realmente dar un paso más profundo en el conocimiento del desarrollo personal. En palabras del autor, la Comunicación no Violenta, (CNV), está basada en la idea de que “todos los seres humanos tienen la capacidad de compasión por los demás y de esta manera, si las personas pueden identificar sus necesidades y las necesidades de los otros se puede llegar a la armonía en la comunicación.
Generalmente observamos las diferencias que tenemos con nuestra pareja desde un lenguaje cargado de juicios. Mantenemos la creencia errónea y limitante de que solo las almas gemelas fluyen en armonía y no recordamos que también existe la frase ancestral de que los polos opuestos se atraen.
El mundo de las diferencias es un reto continuo para nuestra disciplina en la relación de pareja, donde para llegar a entender las diferencias y los desacuerdos es necesario que desarrollemos y ejercitemos tres áreas importantes: la autoempatía, para tener el compromiso de conocernos cada día más y mejor a nosotros mismos; la empatía, que nos permite entender las emociones del otro; y la autoexpresión honesta, que consiste en saber expresarse frente al otro de manera transparente, facilitando así el entendimiento hacia nuestra pareja."
8. Ser más detallistas
"El detalle hace referencia al acto de prestar atención a nuestra pareja mediante el lenguaje y las conductas, ambos pensados y dirigidos hacia ella, con el fin de que perciba prioridad por nuestra parte y se sienta cuidado y atendida en sus necesidades, además de sorprendida.
El detalle hacia el otro es una manera de demostrarle valor, además de emplear tiempo para pensar en él. Es un acto de generosidad, un impulso de buenas intenciones hacia el otro sin esperar nada a cambio. Aún así, un detalle exento de una base de amor y sinceridad no tiene ningún sentido, se convierte en un estímulo hueco. Las palabras de halago pueden sonar a falsas, las conductas hiperactuadas y los objetos tan solo pueden ser percibidos como meros hechos materiales, carentes de afecto asociado.
Puede suceder sin embargo que comenzar con detalles para salvar esta crisis de pareja en la que estamos inmersos ayude a generar una emoción de fondo distinta a la que arrastrábamos hasta entonces. El detalle puede tener la suerte de convertirse en un hecho 'provocador' de una situación mejor en nuestra relación."
9. Aprender a escuchar
"Hemos hablado de la Escucha Activa como una herramienta para facilitar la comunicación no violenta en una crisis de pareja. De esta manera se ponen sobre la mesa nuevos utensilios que ayudan a ser conscientes de que estamos pasando por este trance. La comunicación es el arma más potente que tiene el ser humano, es el resultado de demostrar toda nuestra inteligencia tanto racional como emocional en el momento que se precisa que lo hagamos.
No somos conscientes de las innumerables ventajas que tiene el ser humano al poder utilizar el lenguaje. Rafael Echeverría en su libro “La ontología del lenguaje” nos presenta tres de las más importantes que pueden salvar una conversación tensa: El derecho que tenemos como humanos a declarar un “sí”, a declarar un “no” y la más importante, saber que podemos declarar un “no sé”. De esta manera nos sentimos libres ante el hecho de desconocer qué decir cuando no sabemos qué decir, de igual manera que aceptamos al otro cuando no sabe qué contestar. La conversación es un subconjunto dentro del conjunto de la comunicación. La conversación hay que aprender a diseñarla, como un traje genera nuevas realidades."
10. No focalizarse solo en lo negativo
"La atención es una de nuestras funciones intelectivas más importantes. Cuando estamos en una crisis de pareja esta atención se pone de manifiesto dirigiéndose seguramente a todos los aspectos negativos de la relación. Es como si tuviésemos un radar que atendiese solo a los peores aspectos de la otra persona. Estamos ante uno de los enemigos públicos más peligrosos para la convivencia, la Atención Selectiva, un sesgo que nos hace fijarnos justo en lo que menos nos conviene en esos momentos. Cuando nuestra relación está en crisis nuestro estado de ánimo suele estar ansioso y deprimido, lo que nos hace interpretar al otro desde la alta costura a la medida de las necesidades de nuestra pareja. La conversación aporta novedad, y por lo tanto, nuevas conversaciones."
Desde el Gabinete de Psicología Pilar Guerra ofrecen ayuda profesional desde la Psicoterapia de pareja. Se trata de una intervención de actuación rápida de cuatro sesiones, una a la semana durante un mes, a modo de abordaje en crisis. Dadas las actuales circunstancias el servicio se lleva a cabo online.
Pilar Guerra lidera un gabinete especializado en Adicción y Desintoxicación Emocional, trastornos emocionales y de conducta y coaching emocional y ejecutivo. A su larga experiencia profesional debemos sumarle la de la propia vida: mujer de 55 años, madre de tres hijos y divorciada. www.pilarguerra.es
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