miércoles, 20 de enero de 2021

Las mascarillas también protegen tu salud mental, por eso hay que estar muy loco para no ponérselas


¿En ocasiones oyes voces? No te preocupes, no estás loco. Es la gente hablando sola por la calle, en el supermercado, en el transporte público, etc. al amparo de las mascarillas. Y si hablar solo, como vamos a ver ahora, se ha demostrado que tiene infinidad de beneficios, no debería ser descabellado colegir entonces que las mascarillas, además de protegernos del coronavirus, protegen también nuestra salud mental

Yo hablo mucho sola cuando estoy en casa. Me ayuda a ver más claros mis pensamientos y a organizarlos. Cuando hablo sola además soy capaz de mantener un debate conmigo misma desde distintas posiciones. Ventajas de ser géminis, supongo. Este desdoblamiento me resulta muy útil, bien para reafirmarme en mis posturas, bien para abrirme la puerta a otros puntos de vista.

La primera ventaja que le veo a esto de hablar sola es que me encuentro a mí misma entretenidísima, vamos, que nunca me aburro en mi propia compañía. Ahora bien, no pienses por ello que soy una persona asocial; rarita sí, pero asocial ni por asomo. Porque aunque disfruto mucho con mi onanismo verbal el éxtasis en una conversación solo lo alcanzo cuando intercambio fluidos verbales con otra mente inquieta

Pero volvamos al tema que nos ha traído hoy aquí: Gracias a las mascarillas podemos hablar solos por la calle sin que nadie piense que estamos mal de la chaveta. Y además, al hacerlo estaremos consiguiendo mejorar  nuestro bienestar mental y psicológico. 

Estos son algunos de los beneficios que tiene hablar solo:

-En situaciones estresantes o cuando estés bloqueado puede ayudarte a aclarar la mente.

-Contribuye a que estemos presentes y focalizados en lo que estemos haciendo. 

-Es muy útil para encontrar opciones más rápido, por lo tanto nos hace más eficientes ante la resolución de tareas.

-Nos motiva, nos sirve como autorefuerzo. (¡La de veces que me animo a mí misma con un "vamoooos, Mariolita" o me felicito con un "pero qué crack eres, y además bonica"!)

-Ayuda a fijar en la memoria las cosas que nos decimos en voz alta.

-Si tienes que tomar una decisión difícil háblalo contigo en voz alta y te será más fácil organizar tus ideas.

-Cuando te hablas en tercera persona (como si fueras otra persona) ese proceso de despersonalización te permite tomar distancia y ver las cosas desde otra perspectiva, impidiendo que te dejes llevar por las emociones.


Ante esta lista de beneficios solo cabe pensar que quienes están fatal de lo suyo no somos quienes aprovechamos la obligación de llevar mascarilla para hablar solos por la calle, sino quienes se niegan a ponérselas. Unos lo hacen por ignorancia, otros por su incapacidad para afrontar una realidad compleja (los perfiles conspiranoicos, muchos de ellos con patologías de trastorno de la personalidad) y otros por simple y puro egoísmo.

Todas esas personas que arremeten contra las mascarillas con el argumento de la "libertad" no solo están demostrando lo ignorantes, incultos e insolidarios que son, además, en su ofuscación negacionista, están perdiendo de vista lo beneficioso que su uso puede ser para mantener las neuronas en plena forma. Y bien saben los dioses la falta que les hace a algunos. Que alguien se lo cuente a Don Diablo, por favor.

"Usa mascarilla. La ignorancia empoderada pone en peligro a la población" 
(Colegio de Médicos de Las Palmas)

Pero almadecántaronegacionista: ¿No has caído en la cuenta de que llevando mascarilla puedes ir hablando solo o cantando por la calle sin que nadie te censure por ello? Si esto no es libertad de expresión, ya me contarás tú qué lo es. Mira, yo hace unas semanas había quedado con mi sobrina María y mientras estaba esperándola me puse a cantar en la calle una canción que llevaba atenazada en la garganta desde que había salido de casa. ¡No sabes qué sentimiento de liberación, poder cantar a pleno pulmón en medio de la calle! Además fue bastante divertido ver las reacciones de las personas que pasaban por allí, buscando de dónde salía esa voz. 

¿Por qué crees que a Trump o a Bolsonaro no les gustan las mascarillas? Porque son protodictadores que aborrecen que la gente piense por sí misma. Y como acabamos de ver, cuando hablas contigo mismo en voz alta mientras esperas el autobús, paseas al perro o haces la compra, estás ejercitando tu mente, aclarando tus pensamientos y tomando mejores decisiones.

A estos señores tampoco les gusta que la gente viva en armonía y sin miedo. Por eso azuzan y alimentan la división sin importarles las consecuencias. Sin embargo vivir en comunidad, pensando no solo en nosotros mismos sino también en el bienestar de los demás, es lo que ha permitido que nuestra especie sobreviva. Si tú lo que quieres es hacer siempre y en todo momento lo que te venga en gana al margen de lo consensuado en la comunidad, nunca vas a ser feliz. Porque vivir en comunidad es aceptar convivir bajo el lema "hoy por ti, mañana por mí". Es poner el bien general por encima del capricho individual. Es pensar más allá de tus propias narices. Además, no se ajusta a las reglas más básicas del fairplay de la convivencia querer beneficiarte de las ventajas que tiene vivir en comunidad pero al mismo tiempo reivindicar hacer lo que te salga del pie cuando las reglas no se ajustan a tus preferencias. 

"La falta de inteligencia y la obtusa frivolidad que el virus ha puesto de manifiesto 
contrasta con el sacrificio de otros y el riesgo asumido para salvar vidas" 
(Gonzalo Suárez, escritor y cineasta, en El País Icon)

Antes de que le pidas a tu decorador de interiores que te empapele las paredes de casa con papel de plata por miedo a que la tecnología 5G domine tu mente repítete en alto esta frase, cuatro veces al día durante un mes:

Las mascarillas salvan vidas y mejoran el funcionamiento de mis células grises

Quienes me leéis desde hace tiempo ya sabéis que recurro mucho al humor y a la ironía. En este caso me sirve para lidiar mejor con el delirio, la ceguera (aunque ellos te dirán que el zombie eres tú) y el comportamiento irresponsable de los antimascarillas. El humor es un arma poderosa para enfrentarse a los desatinos simplistas de quienes no quieren o no pueden afrontar una realidad demostrada empíricamente. 

Recordad: si últimamente oís voces no estáis locos ni sois víctimas de una alucinación. Somos los demás manteniendo intensos debates con nosotros mismos resguardados por nuestras mascarillas.




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6 comentarios

  1. Yo también hablo sola, ¡Incluso me río conmigo misma! Pero como bien dices, lo que es de locos es negar a estas alturas el uso de mascarillas.
    Un besazo!

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    1. ¡Hola, Noelia! Así eres tú de lista y de tener las ideas claras ;) Otro beso grande para ti.

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  2. Me ha encantado! Me identifico bastante porque también hablo sola en casa y como dices, creo que puede resultar muy terapéutico y viene fenomenal.. Jaja.. Lo de los negacionistas / conspiranoicos lo suelen ser hasta que les pasa algo cerca.. Sigo sin comprender por qué hay gente tan insolidaria. Un beso!

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    1. Es que hablar solo es muy sano, y respecto a los negacionistas conspiranoicos... En fin, paciencia y humor.

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