jueves, 7 de junio de 2018

¿Comes Con El Corazón? 11 Consejos Para Liberarte del "Hambre Emocional"


¿Qué es el hambre emocional? Su definición habitual lo describe como "utilizar la comida para distraernos, desviar o negar nuestra atención de otros problemas y/o situaciones internas cuyo origen es de índole psicológico".

Hace tiempo os conté que yo padecí anorexia. Desde entonces siempre he intentado estar alerta para detectar si volvía a pagar con la comida los altibajos emocionales o la ansiedad producida por periodos de estrés extremo. Y si lo hacía comiendo muy poco o por el contrario, comiendo en exceso.

Hoy, y gracias al equipo de Kilosout (doctora, psicóloga, coach) vamos a aprender a diferenciar el hambre real del hambre emocional. También nos van a dar una serie de consejos para liberarnos de la necesidad, de la pulsión, de usar la comida para regular emociones.

¿Comes Con El Corazón? Diferenciar el Hambre Real del Emocional

Según las profesionales de Kilosout distinguir uno de otro es relativamente sencillo, ya que se manifiestan de maneras diferentes:

El hambre real aparece poco a poco y se siente en el estómago. Una vez lo has saciado no vuelves a pensar en la comida hasta que reaparece la necesidad "real" de comer.

El hambre emocional llega de repente. No se siente en el estómago, sino que es una necesidad inmediata de "llenarte" con comida. Además continúas comiendo mucho después de haberte saciado a nivel físico. Otra de sus características es que te hace sentir culpable y avergonzado. 




Si ante cualquiera de estas situaciones u otras parecidas recurres a los atracones de comida como "terapia" te interesa continuar leyendo: 



11 Consejos Para Liberarte del Hambre Emocional

1. Comienza a darte cuenta de lo que te ocurre cuando comes de forma emocionalDetente antes de empezar y respira profundamente. Este gesto te permitirá crear un espacio dentro de ti y responder a la pregunta, ¿qué es lo que de verdad quiero saciar?


2. Aprende a estar presente:  Escucha a tu cuerpo y a tu estómago, ¿tienes hambre real? ¿de verdad necesitas un segundo plato? ¿realmente tienes la necesidad de terminar todo lo que tienes delante?


3. Muévete: Dirige tu atención a otro lugar y deja pasar la sensación. Camina, canta, baila, haz una llamada.


4. Hidrátate: Beber agua te ayudará a no confundir la sensación de sed con el vacío que provoca el hambre física.

5. Obsérvate: No hagas nada mientras la necesidad de comer permanece. Si permaneces observándote el tiempo suficiente la urgencia desaparecerá y la satisfacción de haber afrontado ese momento sin comer te llenará de fuerza y autoestima.


6. Cambia la perspectiva: Deja de poner el foco en la culpa, el estrés y el remordimiento. Aumentarás tus niveles de cortisol y tu autoestima se resentirá, por lo que será más fácil que el ciclo de antojos comience de nuevo: comer - sentirse culpable -  volver a comer para no sentir esa culpa - sentirse culpable - comer.


7. No te juzgues: Obsérvate desde la curiosidad, no desde el juicio. La curiosidad supone un cambio de paradigma aplicable a toda nuestra vida. Nos aligera, nos empodera y nos conecta con nuestra auténtica realidad.


8. Asume tu responsabilidad: Puedes elegir afrontar esta situación como una oportunidad para cambiar o permanecer en la parálisis habitual. Sé sincero contigo mismo y profundiza en querer ver qué (sentimiento, pensamiento, creencia) te está provocando esa necesidad de comer de forma emocional.


9. Redirige tu energía: Usa toda la energía que estás consumiendo en saciar tu hambre emocional para aplicarla en otras áreas que te hacen feliz. Esto te ayudará a reconectar con tu creatividad.


10. Sustituye el malestar: Intenta sustituir el conflicto por ejercicios que te aporten positividad.


11. Aprende a responder y no a reaccionar: Siempre vas a poder decidir si comer o no comer, qué comer, cuánta cantidad y cómo hacerlo.



¿Comes con el corazón? ¿En qué momentos?




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10 comentarios

  1. ¿Hambre emocional? no sabía de esto, nunca me ha pasado, siempre como a mis horas, soy bastante metódica!!!


    Besos

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  2. Yo llevo años sufriéndolo pero desde hace 3 se ha vuelto incontrolable y me supera :(

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    1. No, Alejandra, eso no puede ser. No tires la toalla, busca ayuda.

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  3. En épocas de estres me pasa, tanto por un extremo como por el otro ( o se me cierra el estómago y no entra nada o no paro de necesitar comer, y cuanto menos sano peor). Es un gran ejercicio mental conseguir hacerle frente
    Un besote

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    1. También he pasado por esas etapas, creo que ahora soy, por lo menos, más consciente y trato de ponerle freno cuando lo veo venir.

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  4. ¡Fantásticos consejos! Lo emocional está muy ligado a lo físico y nos confunde en ocasiones... pararse y observarnos, es importante. Muchas gracias Mariola.

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  5. Existen muchos alimentos con grandes propiedades nutricionales y capaces de quitarte el hambre durante muchas horas con tan solo comer un poco de estos. Esto alimentos suelen ser de digestión lenta, por lo que poco a poco van deshaciéndose en tu estómago y quitándote las ganas de picotear.

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  6. Liberarse del hambre emocional implica escuchar al cuerpo, no solo al corazón. Identificar desencadenantes, practicar mindfulness y nutrirse de formas más profundas ayuda a saciar el alma sin perjudicar la salud.

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