jueves, 3 de mayo de 2018

¿Te Has Convertido En Tu Madre?


Tenemos claro que todas las madres quieren lo mejor para sus hijos, para su bienestar, para su educación, para su autoestima... Pero asimismo, sabemos que hay muchas maneras de ejercer la maternidad. Y que muchas mujeres, a su pesar o no, se ven repitiendo con sus propios hijos los mismos comportamientos que tenían sus madres con ellas, aún teniendo un todo un menú de opciones donde elegir la clase de madre que quieren ser. ¿O quizás no es posible elegir?

-¿La manera de ejercer la maternidad está inscrita en los genes?

-Lo quieras o no, ¿te verás inexorablemente abocada a ser el mismo tipo de madre que fue la tuya?

-O por el contrario, ¿se puede aprender a ser madre mirándote en cómo lo hacía la tuya contigo para no cometer lo que tú consideras errores? 

-¿Qué margen te proporcionan la genética, los años de educación y de convivencia con ella para no dejarte llevar enteramente por estos factores y poder ser madre a tu manera?

-¿Qué actitudes repites porque te parecen muy válidas y cuáles tienes claro que no copiarás de ella por nada del mundo?

¿Te Has Convertido En Tu Madre?

Yo no soy madre, pero estoy casi convencida de que si lo fuera reproduciría con mis hijos la mayoría de los modelos de conducta que he visto en la mía, convirtiéndome yo también en una madre punk

Primero por una cuestión de carácter, creo que me parezco a ella lo bastante como para no poder evitarlo. 

Pero también lo haría de una forma consciente y voluntaria porque creo que la forma en que nos educaron mis padres no ha dado tan malos resultados. 

Yo por ejemplo, estoy bastante orgullosa de los adultos en quienes se han convertido mis hermanos: 

Son personas cariñosas, leales, inteligentes, resilientes, divertidas, sensibles, comprometidas, magníficos seres humanos que hacen infinitamente mejor la vida de quienes les rodeamos y que a su vez son unos padres extraordinarios que están criando una nueva generación de gente de muy buena calidad.

Muchas de esas cualidades las tiene desde luego nuestra madre. De lo que se deduce que tan mal no lo ha hecho, y que  por lo tanto ha resultado ser un modelo bastante apropiado del que aprender.

Hoy te lo pregunto a ti y a estas cinco madres que han contestado a mi pregunta:


¿Te has convertido en tu madre, Madre Nº1?

"En principio me veo muy poco reflejada, solo en una cosa: somos las dos muy poco pacientes, eso es lo único."


¿Te has convertido en tu madre, Madre Nº2?

"Interesante pregunta... Sí y no. Evidentemente todos los padres acaban pareciéndose, es inevitable. Reflejas en tu día a día cómo te han educado y esto se vuelca de manera especial con tus hijos. Hay cosas divertidas porque tienes las mismas manías, los mismos límites, usas las mismas expresiones y los mismos tics. Esto te horroriza a veces y otras te hace gracia. Depende lo que sea. Pero por otra parte también es verdad que todo se transmite de forma diferente. Vamos aprendiendo mucho sobre los niños, sobre cómo funciona su cerebro, sobre la importancia de aceptarles como son aunque no encaje en tus expectativas. Y eso se nota. Existe más respeto por la diferencia y por la adaptación. Y a veces supone más sobreprotección así que hay que tener cuidado. Nos parecemos mucho, pero estamos criando de otro modo."


                                                ¿Te has convertido en tu madre, Madre Nº3?

"Uffff... Me estoy mimetizando. Todo lo que me molestaba de ella cuando era niña lo hago yo ahora sin darme cuenta. Hablo sola por casa, repito la misma frase varias veces, me río de mis gracias más que el resto... Y lo mejor de todo es que, pensándolo bien, me encanta parecerme a ella, incluso en los defectos."


                                               ¿Te has convertido en tu madre, Madre Nº4?

"Mi hija dice que su abuela y yo somos clavadas, igual de pesadas y con los mismos tics, aunque con treinta años menos. De todas formas, a ser madre se aprende de la mejor, así que me encanta que me diga que soy igualita que mi madre."


                                                ¿Te has convertido en tu madre, Madre Nº5?

"Mi madre falleció pero ahora que soy madre sí que me veo repitiendo a mi hija muchas cosas de las que ella me decía. Sobretodo en el tema de la preocupación. Cuando yo era niña (y también cuando era jovencita) no solía ver el peligro de ciertos actos o en ciertas circunstancias. Ahora soy yo la que tiene el radar del peligro superactivado. Y le intento hacer entender a mi hija cuándo puede existir un peligro, explicándole siempre cuál y por qué. Lo que yo le decía antes a mi madre ('¡qué exagerada!') dentro de nada me lo dirá mi hija a mí."




                                  Y tú, Madre Nº 6, ¿crees que te has convertido en tu madre?
                                                    Y si es así, ¿te horroriza o te enorgullece?



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5 comentarios

  1. Como dices es inevitable tener algunos puntos o frases en común, pero en general creo que cada cual vemos la educación de una manera y así hacemos, aunque sea en parte instintivo.
    Yo, por ejemplo, he ido muy a mi bola haciendo la mayoría de cosas que ni mi madre ni mi suegra hicieron con sus hijos. Simplemente porque yo no las veía adecuadas. No juzgo a quien eduque así pero mi lógica me pedía otra cosa y es lo que estoy haciendo.

    ¡Un besote!

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  2. Un post muy creativo Mariola...

    Yo tampoco soy mamá todavía. Y de todo corazón te puedo decir que ojalá se tan estupenda madre como la mía lo fue conmigo. Si consigo ser un 10% como ella me podré dar por satisfecha, pero no sólo como madre si no en todos los ámbitos de mi vida. Será difícil porque no nos parecemos casi en nada en el carácter, pero espero haber heredado esa parte de mamá tan excelente, pues gracias a sus valores y educación soy la persona que soy ahora mismo.

    Un besote inmendo!

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  3. No he tenido hijos ni los tendré, pero reconozco en mi, muchos "dichos" de mi madre... y todo eso que llevamos.. siempre ha llevado razón
    Un besote

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  4. ¡Cómo me gusta este post! ¡Y qué honor participar de él! Te admiro amiga. Muaaaaaaaaaaaaac

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  5. Ser madre es la mejor experiencia de tu vida, al igual que es una una época con sus altibajos. Para llegar a serlo, hay que preparase muy bien durante el embarazo. Llenarse de información e ir observándose a uno misma para notar cualquier cambio fuera de lo normal. Por otro lado, antes de la concepción, también hay que seguir ciertos hábitos para aumentar la fertilidad de ambos.

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