miércoles, 8 de noviembre de 2017

Viaje a la Costa Brava: Estado de Bienestar


No hay que echarle mucha imaginación para hacerse una idea del subidón que me dio cuando el Patronato de Turismo de la Costa Brava se puso otra vez en contacto conmigo para invitarme a una escapada wellness para prensa de tres días.

Mi experiencia del año pasado en un viaje blogger a Girona -orientado asimismo al bienestar- resultó tan agradable que no dudé en sumarme a este nuevo recorrido.

Con este a entrada espero volver a despertar en vosotros las ganas de hacer la maleta con rumbo a la Costa Brava. Un destino que a mí personalmente me parece aún más apetecible fuera de temporada alta y que hace quince días nos regaló un fin de semana de sol y clima templado, como tuvisteis ocasión de comprobar todos los que me seguís en mis redes sociales a través de los vídeos y fotos que fui subiendo tanto en Instagram como en Twitter.

Viajar a la Costa Brava En Otoño: Estado de Bienestar


Check In: Hotel Terraza

Las cuatro personas invitadas -entre ellas mi queridísima Sonia Pérez de Ponte Tu Ropa- salimos en AVE desde Madrid por la mañana y a la hora de comer ya estábamos en el Hotel Terraza (4 estrellas), nuestra primera parada del viaje a la Costa Brava.

Este hotel está situado en primera línea de playa, tiene acceso al paseo marítimo y se encuentra a un pequeño paseo del centro de Roses. 

Su director nos puso al día de la historia del Hotel Terraza, un establecimiento que sigue en manos de la misma familia que lo fundó en 1935, y disfrutamos en su bistró de una excelente comida, que en mi caso incluyó un arroz delicioso.


Por la tarde visitamos las instalaciones de su spa, situado en la gran terraza que corona la azotea del hotel y que tiene unas magníficas vistas de la bahía de Roses. Además de su zona de aguas pudimos disfrutar del tratamiento de autor 1935 by Terraza

Mónica Traviesa, directora del espacio dedicado al bienestar, nos informó de que previamente al masaje de 80 minutos en que consiste este tratamiento nos iban a hacer un test de Kinesiología (técnica mediante la cual se evalúa la respuesta de los músculos para detectar desequilibrios). En mi caso la prueba dio como resultado que lo que mi cuerpo pedía era hacer el masaje con aceite esencial de Ylang-Ylang. 

En un estado cercano al Nirvana bajábamos más tarde a cenar en el restaurante gastronómico del Hotel Terraza. Para hacer un poco de ejercicio después de devorar un menú que incluía dos platos, postre y cava, decidimos dar un paseo, aunque la Tramontana por poco no nos lleva de vuelta a Madrid 😉.

Esa noche, en la habitación, cada una teníamos el detalle que puedes ver en la foto de arriba: una nota en la que Mónica explica brevemente las propiedades del aceite elegido y una tarjeta con tres pautas a seguir para que conciliáramos mejor el sueño:

-Abrir las ventanas para escuchar las olas del mar.

-Respirar con consciencia inhalando el aroma de una pinda elaborada con aceites esenciales (que nos animó a meter en la maleta para que sus beneficios nos acompañasen también en nuestras casas).

-Mover pies y manos (arriba y abajo, hacia los lados, haciendo círculos).

Seguí a rajatabla sus consejos y de esta manera descansé como una campeona hasta la mañana siguiente.

NOTA MENTAL PARA BEAUTY FREAKS: Las amenities del Hotel Terraza son de Rituals Cosmetics. En mi habitación dejaron algunas de la línea Happy Buddha (con naranja dulce y madera de cedro).

Más info en hotelterraza.com


Mañana Día 2: Chi-kung y Romanos con Fil Mediterranean Travel Designers

El segundo día (sábado) empezó fuerte. Después de desayunar salimos hacia la hermita Mare de Déu de l'Om para recibir una clase de chi-kung en pleno Ampurdán, uno de mis momentos favoritos del viaje.

Esta experiencia y la posterior visita teatralizada a las ruinas greco-romanas de Empuries (donde pude charlar con un ciudadano de la Antigua Roma, con lo que me gusta este periodo de la historia) la organizó para nosotras Cristina Bubé de Fil Travel Designers, una agencia especializada en diseñar viajes y eventos en la zona del Ampurdán, Girona y la Costa Brava.

NOTA MENTAL PARA BUSCADORES DE LO AUTÉNTICO: Si en alguna ocasión queréis hacer un recorrido diferente por la zona (privado o laboral) Cristina y su socia son vuestras chicas. En sus propias palabras: "El corazón de cualquier viaje, su valor añadido, son las experiencias y el espíritu de descubrimiento".



Tarde Día 2: Hostal Spa Empuries

Y si la mañana había puesto el listón muy alto, lo que la siguió no se quedó atrás: conocer el Hostal Spa Empuries y comer en su restaurante Villa Teresita.

Hasta este establecimiento ecológico y sostenible (posee la certificación LEED Gold) con centro de bienestar propio llegamos caminado, ya que está ubicado junto a las ruinas de Empúries.

Os puedo decir sin lugar a dudas que es uno de los sitios más bonitos que he conocido en mis viajes por todo lo largo y ancho de este mundo 😉: su situación en la playa de Portitxal (con una de las aguas más cristalinas de la Costa Brava) a un paseo andando del bello pueblo medieval San Martín de Ampurias, su histórica arquitectura Belle Époque, el diseño y la decoración de sus espacios...

También el almuerzo en Villa Teresita (recibe este nombre porque así se llamaba la construcción originaria de 1907 del Hostal Empúries) resultó magnífico. Su nuevo chef, Álvar Ayuso, preparó para nosotras algunos de los platos estrella de su cocina eco-mediterránea de autor.

Después de comer salimos a la terraza del hostal para admirar las espectaculares vistas y hacernos unas fotos antes de que cayese la luz.

NOTA MENTAL PARA INSTAGRAMERS: Cualquier rincón, tanto del hotel como del paseo al que se accede desde él es instagrameable a tope.



Noche Día 2: Taller de Cocina Macrobiótica

Cerca de las ocho de la tarde llegamos al aula de cocina Espai Cuinar Sa donde su creador Matthias Hespe (formado en la teoría y la práctica de la cocina macrobiótica) nos invitó a tomar asiento alrededor de los fogones para mostrarnos paso a paso la elaboración de los platos que iba a cocinar:

Sopa de lentejas rojas con setas, Quinoa con verduras, Nituké de verduras, Nishimé de calabaza y puerro, Alga Hiziki con zanahoria, Pickles (verduras prensadas) y Ciruelas con Kuzu.

Tengo que decir que llegué virgen a esta experiencia ya que era la primera vez que probaba la cocina macrobiótica y tampoco albergaba ninguna idea preconcebida sobre ella.

¿Me gustó? Sí. Aunque no creo que pudiera reducir mi dieta a semillas, vegetales, cereales y algas el menú que cocinó Matthias resultó ser mucho más sabroso de lo que habría cabido esperar.

Del taller de cocina salimos hacia la última etapa de nuestro viaje, el Hotel Santa Marta en Lloret.

NOTA MENTAL PARA APASIONADOS DE LO HEALTHY: Tal y como nos explicó muy bien Matthias Hespe, la macrobiótica es una enseñanza global, una técnica de evolución personal que aplica a la alimentación el principio del equilibrio del Yin y el Yang.


Día 3: Hotel Santa Marta

Cuando me desperté en mi habitación (la cama, como os conté en Instagram es una de las más cómodas que he probado en toda mi vida) lo primero que hice fue salir a la terraza para poder admirar las maravillosas vistas al mar de las que disfruta este hotel de cinco estrellas.

Situado en un bosque de 8 hectáreas al borde de la Playa Santa Cristina, Santa Marta está considerado uno de los mejores hoteles de la Costa Brava. En su página web dicen que "no basta con explicarlo, hay que vivirlo y disfrutar de la magia de nuestro entorno." Y es absolutamente cierto. Yo intenté que las stories que subía a Instagram capturasen la belleza del enclave pero resultaba del todo imposible.

Después del desayuno nos esperaban las fantásticas instalaciones del spa, orientado al mar y que se halla ubicado en una edificación aparte, donde también recibimos un masaje terapeútico (realmente bueno, dado por una quiromasajista) con aceites esenciales de Alquimia.

Antes de salir rumbo a la estación del AVE de Girona nos sirvieron una comida en la terraza del restaurante del hotel. Allí, mirando al mar, disfrutamos de un menú muy mediterráneo:

Mozzarella de búfala con trigueros y aumônière de salmón ahumado, Esencia de bullabesa con crujiente de chapata y alioli de sepia, Papillote de corvina con langostinos y verduritas del Maresme y para finalizar un postre de Sopa de piña con helado de coco y gelatina de ron.

NOTA MENTAL PARA BON VIVANTS: En tres palabras: tienes que ir. Y cuando lo hagas llévate a tu pareja/amante/amigoconderechoaroce porque en el spa tienen una sala con un tatami especial para hacer masajes tailandeses en pareja.



Un Apunte Final

Me gustaría hacer un comentario respecto al elefante rosa que se pasea por esta entrada y del que he decidido no hacer mención hasta el final, me refiero al tema de la declaración de independencia que tuvo lugar justo ese mismo fin de semana. Os digo lo mismo que le he dicho a tantas personas que me han preguntado por lo mismo:

En la Costa Brava había tranquilidad absoluta. Ni altercados, ni manifestaciones, nada.

A pesar de la preocupación generada por la situación política el viaje resultó como estaba planeado, es decir, una experiencia de completo bienestar en uno de los entornos naturales más hermosos de nuestro país.


¿Conoces la Costa Brava?






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3 comentarios

  1. Yo he visitado Gerona y la disfruté mucho, su costa es paradisiaca. Vivi tu viaje a través de IG y me pareció un oasis, me alegro que lo disfrutaras a tope y gracias por compartirlo
    Un besote

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  2. No conozco nada de Cataluña, es algo que tengo pendiente desde hacer tiempo y que por unas cosas u otras no termino de hacer. Espero poder hacerlo pronto así que tomo nota de tus recomendaciones.

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  3. Estos lugares son fantásticos para desconectar del caótico mundo de tu ciudad de trabajo. Los madrugones y prisas desaparecen en estos lugares, y la desconexión es máxima si la disfrutas con la familia. Si tienes niños, pasear con tu carrito por estas costas es lo mejor

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