Estoy pensando en un cambio de look de cara a la temporada otoño/invierno. Y aunque no me estoy planteando ninguna transformación radical tengo sin embargo unas cuantas dudas en cuanto al corte y al color. Como se acerca ya el día de la cita con mi estilista estoy empezando entrar en barrena; repaso una y otra vez las fotos que llevo un mes recopilando con ideas que me gustan pero sigo siendo incapaz de decidirme.
La cuestión es que no me gustaría llegar allí sin tenerlo claro. Por mí la primera, y también por mi peluquero. No quiero que me odie por volverle loco con mi indecisión, pero por encima de todo quiero evitar que nos odiemos mutuamente si el resultado me decepciona.
Estoy convencida de que a veces nuestros estilistas nos aborrecen en silencio. Hoy en LMDM vamos a ver seis motivos que, desde mi punto de vista, pueden justificar el odio que se esconde detrás de sus sonrisas (forzadas) de amabilidad.
Por Qué Te Odia Tu Peluquero
1. Porque llegamos tarde a nuestra cita
Si ni siquiera a Marilyn se le perdonaban sus continuos retrasos imagínate a ti y a mí. Llegar tarde y encima enfadarse porque están atendiendo otro cliente y nos toca esperar es inaceptable. Todos queremos que se respete nuestro tiempo; demostrémosle que somos unas chicas educadas y llamemos al salón para avisar del retraso y pedir disculpas por las molestias.
2. Porque llegamos acompañadas de cinco amigas
Una cosa es compartir el momento con una amiga y otra muy diferente alborotar el salón con una fiesta privada de selfies, charla interminable y risas estridentes.
3. Porque cotilleamos de nuestro anterior peluquero
Lo que al actual le hará pensar que es solo cuestión de tiempo que acabes poniéndole verde a él también. Además es probable que se conozcan.
4. Porque nuestras fotos son poco realistas
Tu pelo es negro, muy fino, con un rizo natural abonado al encrespamiento. Pero te plantas allí con una foto de Jennifer Aniston porque quieres salir de la peluquería con su mismo efecto de color y con una melena abundante y lisa como una tabla. Para ahorrarnos frustraciones innecesarias tal vez sería buena idea que empecemos por elegir fotos de inspiración con tipos de cabello parecidos al nuestro en color, textura y largo.
5. Porque le damos mensajes cruzados
"¡Quiero algo nuevo!". Entonces tu estilista te propone un buen corte de pelo y tú empiezas a echarte atrás: "¿No será demasiado? ¿Y si mantenemos el largo pero me haces un flequillo? Aunque no sé si será buena idea, nunca he llevado flequillo..."
El caso es que el corte que llevas ahora es con el que mejor te ves, por eso no te has atrevido a cambiarlo en los últimos diez años.
"Mira, déjalo como está, solo córtame un poco las puntas."
El caso es que el corte que llevas ahora es con el que mejor te ves, por eso no te has atrevido a cambiarlo en los últimos diez años.
"Mira, déjalo como está, solo córtame un poco las puntas."
6. Porque nos tocamos el pelo antes de que haya terminado
Tenemos el pelo húmedo y el peluquero aún está trabajando con las tijeras pero nosotras no podemos evitar la tentación de recolocarlo. Con este gesto no solo nos arriesgamos a que el estilista nos haga daño con las tijeras sin querer, también le obligamos a volver a peinar el pelo como estaba antes de nuestra incursión. Supongo que además juzgar el resultado sin que haya acabado de trabajar tampoco resulta de gran ayuda para ganarnos su estima.
¿Has sentido alguna vez que tu peluquero te estaba odiando?
Ja ja ja, nunca!!! no tengo problemas con mi pelo ni con mi peluquero, ¡¡ al contrario!!! está encantada y divertida conmigo de que cada vez que hoy le digan: "ponme el mismo color que a ella"... y de tener que explicar que el color es mío!!!! ja ja ja
ResponderEliminarBesos
No quiero perderme ese cambio de look Mariola. Yo en la pelu me dejo hacer, estoy en las mejores manos y cuando llego con el síndrome voy a cambiar de look saben asesorarme para que no la lié. Soy más fiel a mi peluquero que a nadie 😍😜
ResponderEliminarPues yo me porto muy bien en la peluquería Mariola, ni me muevo jajaja y encima cuando voy lo tengo clarísimo. Ahora me van a estar sin ver una buena temporada que tengo que dejar crecer la melena jajaja Un beso!
ResponderEliminarJajajajaja la verdad es que no, soy bastante buena y hace 13 años que me corta el pelo el mismo peluquero. Besos
ResponderEliminarLa verdad es que creo no Mariola, pues yo tengo claro lo que me conviene por mi tipo de cara y cabello y soy muy realista así que no pido milagros... ¡Un post muy ameno! Besos...
ResponderEliminarJajjajaja bueno...la mía puede que le tema cuando llego con mi cabeza llena de rizos y digo que lo quiero liso (eso pasa el 100% de las veces que voy a la peluquería xD). Un besote
ResponderEliminarJajajajaja muy bueno. A mi el mio me odia! Siempre me dice que lo que e pido es imposible y me pone mil pegas, discutimos un montón pero luego me suele dejar bien (normalmente) Buen post!
ResponderEliminarAhhhhhh Jajajaja ¡genial!
ResponderEliminarYo soy de las que me deben odiar por llegar tarde, pero no sólo mi peluquero/a, a mí me debe odiar la humanidad en general...
Por lo demás, no ������
Cuando quiero cambio de pelo lo tengo clarísimo, lo expreso y les dejo hacer.
Eso sí, como me guste ( como ahora mu rojo) aburro a las amapolas diciéndoles cuánto me gusta ������
¡Mariola! Ardo en deseos de ver tu cambio que estoy 100% segura será fantástico como toda tú.
Besos enormes
Miss A
Con esta entrada no estoy muy de acuerdo, normalmente voy sola, nunca llego tarde y nunca la mareo con lo que me haría, desde hace años voy a la misma profesional y encantada.
ResponderEliminarUn beso.
jajajajajajajajajajaa, yo porque me corto el flequillo sola! y una vez que me dio por teñirmelo (nunca más, pero era una situación de emergencia) me quedó tan mal que no se lo podía ni creer, me tuvo 3 horas apañandome ;((( jajajajjjajaja!
ResponderEliminarBesos rojos por doquier Mariola!!!!
Jajajajajjajajajaja, un post fabuloso. Pero, por suerte creo que mi peluquera no me odia, de hecho creo que nos entendemos a la perfección. Besos!
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