lunes, 24 de octubre de 2016

Ser Mujer A Veces Significa Tener Miedo


Desde hace unos cuantos meses estoy siendo acosada por un vecino del edificio que hay frente a mi casa. Cada mañana acecha desde su ventana esperando verme cuando subo las persianas. Entonces sale desnudo a la terraza -haga frío o calor- y sin quitarme los ojos de encima se acaricia los genitales.

El otro día pensaba en qué diferente sería esta situación si fuera al revés. ¿Se sentiría igualmente intimidado un hombre si todas las mañanas su vecina le estuviera espiando para aparecerse desnuda ante él? Vosotros, seguidores de LMDM, ya sabéis la respuesta. Algunos, tal vez muchos, estaríais encantados de que vuestra erección matutina pudiera darlo todo ante la visión de la desnudez de una chica joven (mi vecino no tendrá más de treinta años) que se toca sus genitales mientras os observa fijamente. Y por supuesto lo comentaríais entre risas con vuestros amigos ("¡qué suerte tienes, cabrón!").

Yo no soy ninguna cobarde, quien me conoce bien lo sabe. Pero esta situación lejos de hacerme reír ha comenzado a preocuparme. Bastante. He comprobado que me acecha, conoce mis horarios. Si por cualquier motivo me levanto más tarde -o más temprano- de mi hora habitual, ahí está. Espiando tras la cortina.

Anoche, a los pocos minutos de llegar a casa, vi una luz roja moviéndose por las paredes del salón. Y supe que era él. 

Él es lo primero en lo que pienso cada mañana al despertarme. Y ya no me acerco a las ventanas de mi casa con la despreocupación que lo hacía antes. A ninguna hora del día o de la noche, porque siempre pienso que puede estar ahí, observándome.

¿Y qué puedo hacer yo? Nada. No me hace falta preguntarlo en la policía porque me temo que la respuesta es que no pueden hacer nada. ¿Qué opciones me quedan entonces? ¿No subir las persianas y vivir en la penumbra como un vampiro? ¿Cambiarme de casa? ¿Ir a la suya y encararme con él?

Parece que mi única opción razonable es aguantarme, hasta que llegue el día en el que mi indiferencia le aburra o en el que una pulmonía le deje fuera de combate por una temporada. Alguien que lleva tanto tiempo acosando a otra persona de esta manera me temo que no está demasiado bien de la cabeza. Así que prefiero soportarlo antes que exponerme a una situación de peligro físico real. 

Este individuo pasa horas espiándome. Con total seguridad lo lleva haciendo desde mucho antes de que yo me diera cuenta. Lo que más me asusta es que sabe donde vivo. Pero yo no puedo hacer nada. NA-DA. Solo cruzar los dedos para que no decida llevar su acoso a mayores.


"No hay que dejar pasar los abusos. 
Hay que criticar el sexismo del día a día, hasta el más trivial. Animar a que otros lo hagan." 
(Mary Beard, académica y premio Princesa de Asturias de Ciencias Sociales 2016)



Hoy sobre todo quería hablar con todos esos hombres normales, fuertes y buenos como John Wayne que os preocupáis por las mujeres de vuestra vida: parejas, hermanas, amigas, compañeras de trabajo. Quiero pediros que hagáis un esfuerzo real por poneros en nuestra piel. 

Sí, somos independientes y resueltas. Pero en más ocasiones de las que os imagináis nos hemos sentido humilladas, amenazadas o intimidadas.

Como aquella noche en la que al llegar al portal nos encontramos a seis hombres desconocidos dentro que al vernos se metieron en el ascensor, lo que nos obligó a subir siete pisos andando con la angustia de encontrarnos con ellos en el rellano de cualquiera de los pisos.

O como ese día que un chico que paseaba con su novia al pasar por nuestro lado nos tocó el culo.

O como ese concierto en el que un borracho nos acosó y al hacerle frente nos llamó putas y amenazó con agredirnos físicamente. 

O como en aquel viaje de trabajo en el que una noche un colega intentó entrar en nuestra habitación.

O como en aquella ocasión en la que un amigo tuyo nos llevó a casa e intentó abusar de nosotras en el coche. Y para evitar una violación nos obligó masturbarle antes de que pudiéramos salir corriendo. (Nunca dijimos nada a nadie por miedo a ser malinterpretadas, ya sabes, "fue ella la que me calentó").

O como en aquella oficina donde teníamos un compañero que en todas las fiestas se dirigía a nosotras con un lenguaje obsceno y agresivo.

O en aquella otra en la que uno de los directivos con más poder acosaba a las becarias mientras el resto de los directivos hacían la vista gorda.

O como en aquellos años que padecimos el acoso y persecución de un exnovio obsesivo.

O como cuando éramos solo unas niñas y un cerdo nos esperaba a la salida del colegio para tocarse delante de nosotras.

O como cada vez que un hombre nos mira con lascivia.

O como cada vez que en un lugar abarrotado de gente un listo aprovecha para tocarnos un pecho.

O como cada vez que un amigo, amparándose en la relación de amistad, nos intenta meter mano.

O nos aprisiona fuerte en un abrazo mientras podemos notar cómo aprovecha para frotarnos sus genitales.

O como en todas esas ocasiones en las que un hombre nos ha intimidado físicamente para ganar una discusión.

O nos ha amenazado con el puño en alto para que cerremos la boca.

Algunos de estos abusos los he sufrido yo y otros me los han contado tu pareja, tu hermana, tu hija, tu mejor amiga, tu compañera de trabajo. Pasa cada día. Por eso no te extrañe que para muchas de nosotras, aunque nunca te lo hayamos contado, sea una costumbre agarrar fuerte las llaves entre los dedos para utilizarlas como arma de defensa si fuera necesario siempre que llegamos tarde a casa. O calcular nuestras posibilidades físicas si nos cruzamos en ese momento con un desconocido.

Esos hombres que nos intimidan y nos humillan en apariencia son como tú. No viven solo en las películas o en las noticias. Son tus vecinos, tus amigos o ese compañero con el que te vas a tomar unas copas los jueves. Por eso nos cuesta tanto contártelo, porque tememos que no nos escuches con suficiente atención. Que le quites importancia, que nos acuses de exageradas. Que incluso le veas la gracia a alguna de estas situaciones.

Porque por muy bueno y fuerte como John Wayne que seas tememos que nunca llegues a entender que ser mujer a veces significa tener miedo. 



                                       ¿Sientes que eres más vulnerable por ser mujer?




Share:

18 comentarios

  1. UN post duro para comenzar el lunes.
    Espero que lod e tu vecino sea licencia poética, si no es así, infórmate en alguna asociación de defensa de la mujer, o en la policía, aunque creas qeu no tienes nada que hacer, creer no es saber. Prueba, no pierdes nada.
    Lamentablemente, es muy cierto lo que comentas. En más de una nos hemos visto todas, o casi todas.
    Esto tiene que cambiar ya.
    R-E-S-P-E-C-T.
    Besos, guapa!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. No, Beatriz, lamentablemente es verdad. Pero mil gracias por tu consejo, voy a probar a ver qué puedo hacer. Un beso.

      Eliminar
  2. No sé si es cierto que te pasa eso pero si es así por mucho que creas que la policía no puede hacer nada deberías ir y decirlo!!!!

    Y si es una licencia poética como dice Miss Potingues no hace falta ningún acosador para sentir miedo en alguna ocasión!!!!


    Besos

    ResponderEliminar
  3. Ay Mariola, me he quedo fría con tu relato y me no sabes cuánto lo siento pero como dice Beatriz acude a las autoridades para informarte o si puedes haz alguna denuncia para que quede constancia. Lamentablemente lo más seguro es que como sólo se trata d eun "mirón" no habrá nada que hacer y es duro triste y vergonzoso porque la policia reacciona cuando ya es demasiado tarde, cuando ya no se puede hacer nada. Por eso hay tanto maltrato y abuso que crece cada día más.
    Vivimos en un mundo que no ha cambiado demasiado en los últimos 40 años en cuanto al tema sexista y las mujeres seguimos teniendo miedo y seguimos sintiéndonos inseguras.
    De verdad lamento mucho lo que te pasa y admiro tu valentía de haberlo comaprtido con nosotras. Es un primer paso para que dejar constancia de lo que te está pasando.

    Un abrazo amiga.

    ResponderEliminar
  4. Aunque pienses que la policía no te hará ningún caso no se hasta que punto no podrían hacer algo contra ese vecino por exhibicionismo aunque sea.

    ResponderEliminar
  5. Mariola, me dejas helada. Ve a la policía a informarte a ver si puedes hacer algo. Y si, a veces me siento vulnerable ya no solo por lo que me puedan decir a mi sino por como se refieren a otras mujeres en mi presencia. Un beso fuerte!

    ResponderEliminar
  6. Flower. Estoy flipando! Por favor denuncialo. Y cuenta con todo mi apoyo para lo q necesites.

    ResponderEliminar
  7. Yo viví exactamente la misma situación y es verdad que no puedes hacer nada. Es necesario que te insulte o que te amenace o que realice algún tipo de agresión hacia tí (parece que el hecho de intimidarte controlando tu vida no es una agresión) para que se ponga en marcha cualquier protocolo de actuación. Te escuchan con mucha empatía... pero a casa con tu problema. Hasta que se aburra o como tu dices, hasta que se muera. Lo que no puedes permitir es que condicione tu vida. Nunca.
    Mariola, el detalle de llevar las llaves agarradas cuando llegamos tarde a casa es revelador. Por muy valientes que seamos, todas nos vemos reflejadas en esa inseguridad. Aunque no hayamos sufrido abusos explícitos, la debilidad por el hecho de ser mujer está siempre presente.

    ResponderEliminar
  8. Muy duro, mi querida Maríola, y duramente cierto.
    Creo que ninguna nos hemos librado de "ese absurdo poder que se auto otorga el hombre por el solo hecho de tener eggs"
    Lo hemos sufrido todas en mayor o menor medida, puede que a veces ni nos demos cuenta y otras.. puffffff otras puede que callar sea la menos mala de las opciones.

    Lo he sufrido mucho, algunas veces de manera más cruel que enseñando genitales tras ventana, a veces las palabras en una mesa de despecho gestionando un contrato te dejan más desnuda que cuando te arrancan la ropa físicamente, y ¿qué haces?
    En fin....

    Gracias por este post tan duro y tan necesario, lástima que quizás llegue a menos eggs de lo que sería recomendable.

    Un beso enorme
    Miss A

    PS: y que duro cuando alguna compañera te dice: vamos a ver a este, ponte mini, tacones y sonríe, después de terminar la reunión nos cagamos en el pero en la reunión, tú solo sonríe.

    ResponderEliminar
  9. Mariola me has dejado helada. Yo también opino como Beatriz o Reme, ve a la policia porque me gustaría pensar que sí hay algo que hacer.
    Desde luego la sociedad nos ha hecho vulnerables y yo me quedo ojiplática de que no estamos mejorando nada, las nuevas generaciones dan más miedo todavía!!!!
    UN abrazo muy fuerte!!! y muchos besos rojos por doquier!

    ResponderEliminar
  10. Hola Mariola, me alegra que hayas decidido compartir esta experiencia, aunque sea desagradable.

    Te entiendo, yo sufrí una situación parecida, pero gracias a Dios, alejada de mi domicilio. Un chico intentaba tocamientos, se pegaba el cuerpo a la puerta del baño cuando yo entraba, te agarraba, miraba fijamente, se echaba encima..Y es difícil de admitir. A mí me generó tanta ansiedad que tuve que renunciar a unas cuantas cosas por esa situación.

    Yo sí te aconsejo que acudas a las autoridades, ahora tenemos una nueva regulación penal del acoso, entre la que se incluyen conductas insistentes y reiteradas de vigilancia que llegue a alterar el desarrollo normal de la vida cotidiana de una persona, como te está pasando a ti. Explica bien la situación a las autoridades, e incluso, ve directamente al juzgado de guardia si ves que la policía no te está haciendo caso.
    Otra opción es encararte con él, como has sugerido. De forma contundente, y amenazar con ejercitar acciones legales. Y con todos los revuelos que hay hoy en día con estas cosas, es probable que se asuste. Pero una cosa no quita la otra, y yo denunciaría por acoso.
    ¿Tienes sobrinos o alguna persona menor de edad o con alguna discapacidad que habitualmente se quede en tu casa? En ese caso también puedes proceder a denunciar por exhibicionismo.

    Hay que confiar en las autoridades y en el sistema. Aunque a veces se pueda meter la pata, otras veces está lleno de personas con buena voluntad dispuestas a ayudar y a buscar soluciones justas para la parte más indefensa.

    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  11. Pero bueno Mariola! Me quedo muerta. Que sin vergüenza. Que gentuza. Ten por favor cuidado porq como bien dices como no te ha tocado. Ni amenazado pues la policia no va a hacer nada. Por favor. Me has dejado helada. Y el resto de post pues tienes muchaaaa razón. Es muy fuerte pero es así. A mí varias de las cosas que has contado o me han pasado o las he vivido en alguna amiga. Es increíble por favor!!! Ya hablaremos. Un abrazo y ten cuidado

    ResponderEliminar
  12. Mariola, dilo a la policía, te lo digo de verdad. Si que puedes hacer, está en tu mano dar el paso y que vengan a "espiar" al individuo y de paso darle un buen toque.
    Un beso.

    ResponderEliminar
  13. Mariola, opino como muchas otras chicas, creo que por dar un toque en comisaría no pierdes nada, estoy segura que por lo menos puedan darte un consejo.
    Un beso enorme, mucho ánimo y espero que la situación se arregle lo antes posible.

    ResponderEliminar
  14. Ay Mariola, me he quedado muerta con este post, ¡ten cuidado por favor! Mañana mismo te llamo y hablamos amiga. Un abrazo fuerte!

    ResponderEliminar
  15. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

    ResponderEliminar
  16. Qué tremendo. Gran post, doloroso pero grande.

    ResponderEliminar
  17. Mariola,soy voluntaria en servicios sociales.PRIMER PASO graba un video que registre la actividad de este enérgumeno,haz varias grabaciones en dias simúltaneos,para que se constate que es reiterativo.SEGUNDO PASO Haz una grabación enfrentandote a él{de ventana a ventana-balcón/NUNCA TE ACERQUES A EL},que quede constancia de su reacción.TERCER PASO acude a la policia y denuncia,si demuestras que el acoso es continuado,que no media conocimiento personal,que no hay lugar para malas interpretaciones en tus actos,la policia le hará una "visita de cortesia"para zanjar el asunto.Espero que te sirva de ayuda.Cualquier duda acude a asociaciones como Clara Campoamor o a servicios sociales de la Diputación¡¡¡NO LO DEJES¡¡ESA GENTUZA SE NUTRE DE NUESTRO MIEDO,DE NUESTRO PERPETUO SENTIMIENTO DE CULPA,EL BEBE DE ESTA SOCIEDAD QUE BANALIZA LOS PROBLEMAS DE LAS MUJERES,QUE RIDICULIZA NUESTROS TEMORES{MUJER,NO ES PARA TANTO¿A QUE LO HAS OIDO MUCHAS VECES?}.VE A LA P-O-L-I-C-I-A.

    ResponderEliminar

© La Macedonia de Mariola | All rights reserved.
Blog Layout Created by pipdig