El Lenguaje (Inesperado) de las Flores

Acércate a la pantalla, inspira... Mmm... Me encanta cómo huele hoy LMDM, ¿y a ti? Si nos hicieran un test de esos de a una palabra responder rápidamente y sin pensar con otra estoy convencida de que el porcentaje de respuestas "Flores" a la propuesta "Primavera" sería abrumador; apuesto también a que "flores" y "alergia" ganarían por goleada a otras posibles respuestas.

Yo solo sé dos cosas sobre flores: la primera, que las peonías son mis favoritas y la segunda, que no siempre los aficionados a la jardinería son tan delicados, amables y tranquilos como su hobby podría hacernos pensar. Por ejemplo, las novelas de Agatha Christie están a menudo inquietantemente protagonizadas por atildados y educadísimos ingleses e inglesas (las señoras de la tercera edad se llevan la palma) que sin embargo tienen la molesta costumbre de asesinar a sus congéneres y después volver como si nada a cuidar con mimo sus preciosos parterres de english roses.

Piensa asimismo en Bree Van De Kamp, el ama de casa intachable con el mejor jardín de todo Wisteria Lane que al mismo tiempo maneja con soltura de sheriff armas de fuego  letales y que las usa cuando lo considera necesario sin que le tiemble el pulso. Nada que ver con la buena disposición a la hermandad universal del festival de Woodstock (1968) y su icónico slogan "Flower Power".

De un año a esta parte parece que adornar nuestras cabezas con coronas de flores (en festivales de música, en bodas, por la calle y porque sí) vuelve a estar de moda  cinco décadas más tarde; aunque después de lo que has podido leer en este post mi consejo es que nunca te fíes de quien lleve una. Tal vez los hippies descamisados de Woodstock fueran personas de lo más inofensivo, pero eso era allí y en el '68. Como tú y yo sabemos ni en Inglaterra ni en Wisteria Lane se puede uno fiar de alguien con una cesta de flores recién cortadas en una mano y unas tijeras de podar en la otra.





Fotos: Via Mariola Azores Lifestyle Board on Pinterest